La polémica de los presupuestos de Getxo
Leo la carta del concejal del PP de Getxo Diego Pagadigorria [7 de agosto] y veo que, desafortunadamente, ha entrado en lo personal y eso me lleva a constatar su bisoñez, falta de prudencia y tacto político, seguramente, derivado del nerviosismo de no haber estado presente un día tan señalado, dada la situación en la que se encuentra dentro de su propio grupo.
Mira Diego, no se puede faltar al pleno más importante del año y después, para compensar, defender tu postura en la prensa. Comprendí perfectamente vuestros motivos para votar en contra de los presupuestos, aunque, quizás, tu hubieras razonado y defendido con más convicción y claridad los argumentos en que se apoyaba esa postura que tu compañera portavoz y, de paso, nos hubieras evitado el rifirrafe innecesario y baldío que tu ausencia auspició.
Lamentablemente, te has dejado utilizar y, aunque tarde, has aprovechado mi gesto para desacreditarme y prestarte al juego del insulto y la descalificación como un verdadero 'pipiolo'. Por lo que dices de los insultos y risas del alcalde, deduzco que o bien no prestas la suficiente atención en los plenos o realmente 'estás en Babia'. Al contrario que vosotros, nunca he consentido, ni consiento, que se me pierda el respeto, ni en el pleno, ni fuera de él.
En cuanto a mi soledad política, se nota que estás muy mal informado. Estoy abrumado por la cantidad de compañeros de partido, simpatizantes y votantes que me han hecho llegar su apoyo por mi gesto y aprovecho la ocasión para agradecérselo públicamente.
Tu juventud, me imagino, te hace decir que la convivencia se ha dado siempre entre nacionalistas y no nacionalistas en Getxo. Los únicos no nacionalistas que hemos luchado, convivido y gobernado juntos en nuestro municipio somos los socialistas y ello se nota en las áreas de las que éramos responsables.
No me ha sorprendido que el periódico elegido para dirigirte a mí fuera EL PAÍS, ya que tratas de desacreditarme ante mis propios compañeros, que son los que, en su mayoría, leen este periódico. Ellos ya me conocen y saben lo que pienso.
No soy persona con vocación de resistente, ni mucho menos de víctima. Estoy en política para solucionar problemas y eso se consigue con audacia e inteligencia y no haciendo seguidismo y servilismo de un partido como el PP, tan populista y demagogo, que utiliza hasta lo más sagrado para conseguir rentabilidad electoral.
En el Ayuntamiento de Getxo la diferencia de votos entre los partidos mayoritarios, PP y PNV, es tan escasa, que la postura que en el futuo pueda adoptar el PSE cobra una gran importancia. A la vista de los últimos comunicados, es evidente que mi simbólica postura en el último pleno ha dejado muy preocupados y nerviosos al PP y a GSA (antes Batasuna), cosa lógica y esperada. Pero también es un motivo de reflexión para el PNV y un cabo tendido al que poder asirse en caso de que decidan volver y retomar el rumbo anterior, cosa que deseo por el bien de nuestros conciudadanos.
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