Los artesanos alertan sobre el peligro de desaparición de 200 oficios

Los artesanos andaluces están en peligro de extinción. Cada año desaparecen varios de los 200 oficios censados porque nadie se ocupa de transmitir esos conocimientos y se pierden cuando mueren los artesanos. La Federación de Artesanos de Andalucía asegura que la comunidad es la única en España que no cuenta aún con una ley de artesanía y que las administraciones no tienen conciencia del potencial económico de estos oficios.

La Federación de Artesanos de Andalucía (FAA), creada en 2000 y que reúne a 170 talleres de las ocho provincias, está esperando que el PSOE cumpla con su promesa y apruebe durante esta legislatura una ley de artesanía que regule el sector.

'Actualmente hay un batiburrillo que no diferencia la artesanía de las manualidades o el bricolage; la formación es casi inexistente y la mayoría de las administraciones no valoran el potencial económico de este sector', comenta José Antonio Roldán, gerente de la FAA. Ejemplo de esta 'situación catastrófica', en palabras de Roldán, es la feria La Mar de Artesanías que finaliza hoy en Estepona (Málaga).

'Ha sido una ruina para los artesanos que han participado, no han sacado ni para los gastos porque el mismo Ayuntamiento ha colocado la feria a seis metros del paseo marítimo con tres kilómetros de puestos en los que se revenden objetos que no tienen nada que ver con la artesanía. Son piezas que se fabrican en otros países en los que la mano de obra es muy barata y no tienen ningún control de calidad', explica José Antonio Roldán.

Según la federación, en la que se integran 21 asociaciones provinciales, cada año se pierden varios oficios porque mueren los artesanos que los realizaban y nadie se ha ocupa de transmitirlos. El bordado en tul, los aladreros (carpinteros de carros y aperos de labranza), el vidrio soplado, el fundido sobre arena, la fabricación de oro batido para sacar el pan de oro o los tinajeros son algunos de los oficios que se han perdido definitivamente en Andalucía o de los que sólo quedan una o dos personas que los mantengan.

'La Dirección General de Comercio de la Junta está haciendo una buena labor. Ha puesto en marcha varias ferias, como el Mercado Navideño en Sevilla o el de Estepona, que desgraciadamente ha sido un fracaso. Sin embargo, lo más necesario es cambiar nuestra imagen. La mayoría piensa que los artesanos son los que venden joyas o cosas de cuero en las calles; pero eso es sólo una pequeñísima parte del sector. Hay grandes talleres de cerámica, marroquinería o joyería, en los que trabajan muchas personas y que generan buenos beneficios', asegura el gerente de la FAA.

La federación, que preside el ceramista granadino Bernardo Sánchez, quiere que la sociedad reconozca su potencial en la creación de riqueza y cita ejemplos como Ubrique (piel), Córdoba (joyería y guadamesí -cuero repujado-), Úbeda (cerámica y forja), Sanlúcar de Barrameda (muebles de caoba) o Los Villares (mimbre). 'El atraso industrial nos ha permitido conservar muchos oficios que en otros lugares han desaparecido y no podríamos salvarlos creando escuelas de formación. Además, las artesanías han servido para fijar la población en núcleos rurales y se ha mantenido como método de subsistencia durante años', añade Roldán. La ley pondrá en marcha las etiquetas de garantía, que especificarán el porcentaje de trabajo manual de cada objeto y la calidad de los materiales.