Madrid y Cataluña alertan de que centros de estética inyectan ilegalmente anticelulíticos de uso tópico

La Generalitat de Cataluña y la Comunidad de Madrid alertaron ayer de que algunos centros de estética están inyectando por vía subcutánea productos anticelulíticos que sólo pueden aplicarse por vía tópica (directamente sobre la piel). La alarma saltó cuando técnicos del departamento de Sanidad catalán descubrieron que algunos centros estaban inyectando a sus pacientes un gel anticelulítico distribuido por la empresa Mesoestètic, que los ha comercializado como un cosmético de aplicación tópica. Ayer por la tarde no constaba que se hubiera abierto ningún expediente sancionador en ambas comunidades.

Después del anuncio de la Generalitat, la Comunidad de Madrid aseguró que en julio había detectado el uso de estos cosméticos como inyectables en varios centros de estética de Madrid.

La base acuosa que tienen los geles anticelulíticos facilita su administración subcutánea, pero el gerente de Mesoestètic, Juan Carlos Font, rechazó ayer que su empresa recomiende esta vía de aplicación: 'Nuestra firma sólo distribuye productos cosméticos que, por definición, no pueden ser inyectados. Otra cosa muy diferente es el uso que se esté dando a nuestros productos, lo que ya no depende de nosotros ni podemos controlar'. Un inyectable es un medicamento, no un cosmético, y a diferencia de éstos, requiere autorización de la Agencia del Medicamento y controles más estrictos en su fabricación.

Estos productos se suelen aplicar con un simple masaje, aunque en muchas ocasiones también se utilizan sistemas de descarga para mejorar la penetración de la sustancia en la piel. Esta práctica, legalmente reconocida, se hace mediante pequeñas cargas electromagnéticas que en ningún caso pueden ser sustituidas por simples inyecciones.

El presidente de la Sociedad Española de Medicina Cosmética, Víctor García Jiménez, calificó de 'caza de brujas' la actuación de las comunidades. 'Llevo 15 años usando inyectables contra la celulitis y, aunque no estén aprobados, nunca ha habido ningún problema', afirmó. Y reconoció que se usan 'inyectables de composición muy distinta, fabricados por laboratorios y farmacias'.