Sanz anuncia un cambio legal para vetar la 'ikurriña' en los ayuntamientos
Cerca de medio centenar de ayuntamientos navarros exhibe la bandera sola o con otras
El presidente navarro, el regionalista Miguel Sanz, ha dado ya instrucciones para modificar la ley foral que regula desde 1986 la exhibición de los símbolos de la región con el objetivo de conseguir que quede expresamente prohibida la colocación de ikurriñas en los balcones de los ayuntamientos de la comunidad. Los socialistas consideran 'un calentón de verano' el anuncio y recuerdan al presidente de UPN y de la comunidad foral que 'la batalla contra el terrorismo no pasa por la batalla de los símbolos' y que esta cuestión es 'un tema superado' veinte años después de que el Amejoramiento del Fuero estableciese la bandera oficial de Navarra. Con todo, Jorge Mori, secretario de Organización del PSN-PSOE, señaló ayer: 'Si las modificaciones legales anunciadas se plasman en una iniciativa parlamentaria concreta, las estudiaremos con detalle'.
Sanz se encuentra estos días de vacaciones. El pasado lunes, coincidiendo con las concentraciones ciudadanas para protestar por el atentado cometido por ETA en Santa Pola, el presidente navarro, además de expresar el 'apoyo absoluto' de su Ejecutivo a la ilegalización de Batasuna, anunció desde su localidad natal, Corella, que quiere modificar la ley de símbolos y conseguir 'que sólo ondee en lugar preferente la bandera de Navarra, acompañada de la de España, pero no la de cualquier otra comunidad'.
La iniciativa amenaza con reabrir la desaparecida batalla de las banderas y busca impedir que los municipios gobernados por mayorías nacionalistas coloquen la ikurriña en sus balcones. Cerca de 50 consistorios navarros exhiben de una u otra forma la enseña oficial vasca, en solitario o acompañando a otras banderas, bien durante sus fiestas patronales o de forma habitual.
Sanz insistió ayer en su intención de adoptar medidas sancionadoras contra los ayuntamientos que incumplan la nueva ley. 'Promoveremos los cambios necesarios para que no haya ninguna duda al respecto y que todos sean conscientes de que, por ejemplo, para acogerse a los beneficios que la ley del Fondo de Haciendas Locales establece a la hora de otorgar subvenciones, deberán cumplir con la normativa vigente', recalcó.
El presidente navarro desatcó que 'no se puede participar de los impuestos directos e indirectos de los ciudadanos consiguiendo subvenciones y hacer obras de infraestructura en ayuntamientos determinados y luego ver cómo éstos están presididos con la enseña de otra comunidad diferente'.
La vigente ley de símbolos navarra data de 1986. Su artículo séptimo establece que la única bandera oficial de la comunidad es la enseña roja con el escudo de las cadenas y que debe ondear 'en el exterior y ocupar lugar preferente en el interior de todos los edificios públicos civiles de Navarra, sin perjuicio de la preeminencia de la bandera de España'. La norma regula únicamente la colocación protocolaria de ambas enseñas 'cuando concurran con banderas de ayuntamientos o de cualesquiera otras corporaciones públicas que utilicen sus propias banderas', pero no habla de la exhibición de otras enseñas. Sanz desea incorporar ahora esa prohibición expresa.
Dudas socialistas
Los socialistas, sin los cuales la iniciativa de UPN no puede salir adelante en el Parlamento de Pamplona, estiman que la vigente ley ya faculta a la autoridad competente para impedir que 'ondee oficialmente' en los balcones municipales otro tipo de enseñas, facultad que la Guardia Civil utilizó años atrás para retirar las ikurriñas que ondeaban en solitario en algunos consistorios de la comunidad foral.
'El PSN-PSOE está completamente de acuerdo con la ley actual, que define a la bandera de Navarra como el único símbolo oficial de la comunidad. La actual legislación no necesita ninguna modificación', indicó Mori a este periódico. 'No obstante, los socialistas estamos dispuestos a estudiar al detalle las modificaciones legislativas que el Gobierno foral quiera hacer, aunque tenemos dudas jurídicas', agregó el número dos del socialismo regional.
Respecto a las posibles sanciones económicas a los municipios que coloquen la ikurriña, Mori recordó a Sanz que 'en Navarra hace mucho tiempo que las subvenciones a los ayuntamientos no dependen de la discrecionalidad del Gobierno de turno, sino de las leyes que regulan esos fondos. El deseo sancionador del presidente exigiría la complicada modificación de otro buen número de leyes forales'.
El portavoz de la Ejecutiva navarra de EA, Fermín Ciaurriz, consideró 'patético' el contexto elegido por Sanz, un grave atentado terrorista, para 'mezclar cosas que nada tienen que ver' y 'alterar la normalidad' reabriendo un debate 'que la sociedad serenó ya hace muchos años'.
Variedad de criterios
'Es incalificable remover este asunto con motivo de un nuevo atentado', añadió Ciaurriz, 'y demuestra el talante escasamente respetuoso de Sanz hacia el sentimiento de muchos miles de ciudadanos navarros y de decenas de municipios que se ven también representados con la bandera vasca'.
En las últimas elecciones municipales, la entonces EH (hoy Batasuna) obtuvo la alcaldía de veinte municipios, muchos de los cuales exhiben únicamente la ikurriña en sus balcones. EA se hizo con otros ocho consistorios, en la mayor parte de los cuales la ikurriña acompaña a las demás banderas oficiales. Otra veintena al menos de localidades navarras está gobernada por coaliciones nacionalistas de diverso nombre que exhiben la ikurriña de distintas formas, normalmente con ocasión de sus fiestas patronales.
No obstante, hay una gran variedad de criterios y se da el caso de municipios como Villava, con alcaldía de UPN, en que la ikurriña está permanentemente presente en el salón de plenos junto a las banderas de España, Navarra y la de la localidad, en cumplimiento de los resultados de un referéndum ciudadano celebrado al efecto.
Muchas de las querellas interpuestas años atrás por la Delegación del Gobierno en Navarra con motivo de la guerra de las banderas acabaron archivadas en los juzgados sin resultado alguno, según confirmaron los despachos de abogados que defendieron la actuación de los consistorios nacionalistas.
Una batería de medidas contra la simbología vasca
La intención de prohibir la exhibición de ikurriñas en los consistorios es la última de una serie de controvertidas iniciativas desplegadas por el Gobierno navarro en este último tramo de legislatura, con el euskera y la simbología nacionalista vasca como objetivo. Medios políticos navarros barajan la tesis de que la estrategia última de UPN es torpedear las posibles opciones socialistas de cerrar una coalición de gobierno con el nacionalismo vasco democrático tras los comicios de 2003. UPN y PSN-PSOE rompieron el año pasado los pactos de legislatura que firmaron en 1999, tras las pasadas autonómicas, para garantizar la estabilidad institucional y salvaguardar la identidad propia de Navarra frente a 'las amenazas nacionalistas'. Como consecuencia de ello, UPN se vio obligada a prorrogar los presupuestos de 2001 y el Gobierno ha visto derrotadas en el Parlamento de Pamplona numerosas iniciativas legislativas. Paralelamente, el Gabinete de Sanz ha ido aprobando una batería de iniciativas de reforma de numerosas leyes elaboradas por los anteriores ejecutivos socialistas. El euskera y los símbolos nacionalistas han sido el instrumento usado por los regioanlistas para obligar a sus antiguos socios a retratarse nuevamente sobre esas materias. El listado incluye la reforma lingüística, recientemente anulada por el Tribunal Superior navarro. El Gobierno retiró la rotulación bilingüe de las carreteras y ciudades, restringió la papelería castellano-euskera del circuito administrativo y redujo considerablemente la valoración del conocimiento del vascuence en la provisión de puestos en las administraciones públicas. Además, rompió el convenio que mantenía desde 1990 con la Universidad Vasca de Verano, que este año ha cumplido tres décadas de presencia en Pamplona, le retiró la subvención e incluso anuló la tradicional recepción anual a sus responsables. UPN ha modificado además las relaciones que mantenía con Eusko Ikaskuntza y Euskaltzaindia, ha retirado las subvenciones a algunos medios de comunicación en euskera, promueve una ley específica para restringir la presencia del vascuence en la UPNA, la universidad pública, y ha elaborado textos obligatorios para alumnos de ikastolas y del modelo de enseñanza íntegramente en euskera.
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