El desastre bursátil retrasa las jubilaciones
Los pequeños inversores con planes de pensiones privados descubren la parte menos amable de los mercados financieros
Kerstin Topel tuvo que volver a trabajar el año pasado, después de que los ahorros para su jubilación se desvanecieran al tiempo que la Bolsa sueca se desplomaba. 'El dinero de mi pensión no es suficiente', cuenta esta profesora de colegio de 58 años. 'Ahora quiero retirarme a los 61, pero puede que tenga que trabajar hasta los 65'.
Otros tantos millones de europeos han visto cómo parte de sus planes de pensiones han desaparecido con la caída de los mercados financieros de los últimos dos años. El índice Dow Jones Stoxx 50 de acciones europeas ha perdido 1,7 billones de euros desde principios de 2000. Un ciudadano medio sueco tiene un 35% de los activos para su jubilación en acciones.
'Quiero retirarme a los 61, pero puede que tenga que trabajar hasta los 65'
Los inversores británicos están incluso más expuestos a la evolución de los títulos, al dedicar un 70% de los activos de su plan de pensiones al mercado de valores, según los datos de Mercer Investment Consulting. El porcentaje baja a un 37% en Holanda, un 17% en Suiza y cerca de un 15% en Italia y Alemania.
En España, los fondos de pensiones registraban un patrimonio de 43.185,53 millones de euros al cierre del primer semestre del año, con 5.978.715 partícipes, según los datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones. Estos fondos acumulaban a finales de junio unas pérdidas anuales medias del 4,13%, mientras que los planes con inversión en renta variable caían hasta un 24,70%.
Tanto los inversores individuales como los institucionales que comenzaron a destinar fondos a acciones a finales de los noventa 'estan realmente dañados', según Divyesh Hindocha, un socio de Mercer en Londres. 'Es doloroso para las instituciones, pero es realmente malo para los inversores privados'.
El director de cine italiano Angelo Longoni, de 45 años, empezó a invertir en acciones y fondos de inversión colectiva en 1995. 'Es una catástrofe. Gané un montón, pero en un año perdí todo lo que había ganado'. Longoni cometió el error de seguir el consejo del Deutsche Bank, que le recomendó mantener las acciones mientras el mercado caía. Empezó a reducir su cartera de valores en abril pasado, y ahora está averiguando si tiene derecho a una pensión estatal.
El desplome bursátil se produce al mismo tiempo que gobiernos y compañías tratan de recortar sus costes, empujando a la gente a responsabilizarse en mayor medida de financiarse su jubilación. También coincide con un aumento de la longevidad y una caída en la tasa de nacimientos.
Hacia 2020, unos 122 millones de personas, el 35% de la población de la Unión Europea, serán jubilados, frente a los 100 millones actuales, es decir, el 27%, que estima la Comisión Europea. En 2050, los países de Europa Occidental contarán con dos trabajadores por cada mayor de 65 años, comparado con el ratio de cuatro a uno de 1999, según los datos de Naciones Unidas.
Los europeos, a excepción de holandeses y suizos, tienen menos dinero en planes privados que los trabajadores estadounidenses. El ciudadano medio británico tenía 23.000 euros en fondos de pensiones en 2000, frente a los 33.000 euros en Estados Unidos, según Mercer. En Alemania las sumas bajan a 3.500 euros, y en Italia, a 4.800. España está algo por encima, con una media de unos 7.300 euros.
El desplome de las acciones ha puesto sobre aviso a los trabajadores jóvenes para ser más cuidadosos a la hora de planear su jubilación. 'Me recuerda que no he de confiar en las bolsas, y que no hay que poner todos los huevos en la misma cesta', dice Charles Veal, de 28 años, que trabaja en una empresa londinense.
Así evitarán casos como el de Bruce Borthwick, de 58 años, que perdió más de 286.000 euros invertidos en un fondo que estuvo a punto de colapsarse al no poder hacer frente a sus pagos.
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