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Un muerto y cuatro heridos a balazos tras una discusión banal en Pan Bendito

La policía detuvo a uno de los supuestos agresores, residente en el barrio de Pan Bendito

Belinasky Oret, un ucranio de 30 años, falleció a las dos de la madrugada de ayer tras recibir un disparo en el pecho y otro en el abdomen cerca de la boca del metro de Pan Bendito, en el distrito de Carabanchel. Cuatro compatriotas suyos resultaron heridos de diversa consideración. Los extranjeros, que iban acompañados de sus mujeres, fueron atacados a tiros y a golpes por unos 20 españoles que aparecieron de improviso en la calle de Besolla, a requerimiento de una española que un minuto antes había tenido una disputa verbal con los inmigrantes. Hay un detenido.

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El tiroteo se produjo hacia las dos de la madrugada junto a la boca del metro de Pan Bendito, en la confluencia de las calles de Besolla y de Abrantes. Según las primeras investigaciones policiales, los ucranios increparon a una mujer. Ésta se marchó a su domicilio para después reaparecer acompañada de, al menos, una veintena de personas armadas con pistolas y palos que se echaron sobre los ciudadanos ucranios, según informaron fuentes policiales.

Durante el enfrentamiento hubo al menos 10 disparos de pistola. Dos de las balas alcanzaron en el tórax y en el abdomen a Belinasky Oret, de 30 años, que murió mientras estaba siendo atendido por los facultivos del Samur-Protección Civil. Otros cuatro ucranios -Iván Mikitka, de 33 años; Fedak V., de 24; Serhiy K., de 31, y Mamyr R., de 30- resultaron heridos a balazos mientras intentaban escapar desesperadamente de la lluvia de plomo.

Los heridos fueron ingresados con pronóstico grave en los hospitales Doce de Octubre, Clínico y Gregorio Marañón. Dos de ellos sufrían sendos disparos en el tórax; otro recibió dos tiros en la escápula (parte posterior del hombro) y en el brazo, y el cuarto fue alcanzado por un proyectil en el muslo izquierdo. Los sanitarios del Samur tuvieron que atender, además, a las mujeres de los heridos, que sufrían crisis de ansiedad.

Fuentes del Doce de Octubre indicaron ayer que el ucranio ingresado en la UVI de este centro, Iván Mikitka, evoluciona favorablemente, se encuentra estable, respira por sí mismo y no se teme por su vida. Un policía de paisano custodiaba la entrada a la habitación, mientras otro agente del Cuerpo Nacional de Policía trasladaba a la esposa del herido a dependencias policiales para tomarle declaración.

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Óscar V. V., de 18 años, vecino del barrio, se halla detenido por su presunta implicación en la refriega. Anoche era la única persona arrestada en relación con el sangriento hecho.

Los vecinos de la conflictiva barriada de Pan Bendito se despertaron en plena noche con el susto en el cuerpo. Uno de ellos, que a esa hora celebraba en su casa una reunión de amigos, se acercó a la ventana al escuchar la primera detonación. 'Cuando llegué a la ventana, los fogonazos provenían de una sola pistola y de una misma dirección. Luego, una chica, en español, gritó: ¡ayuda! y ¡auxilio!, mientras el grupo del que provinieron los disparos corría por las calles del barrio y un coche huía a toda velocidad por la calle', explicó. Este vecino asegura que en el barrio no hay problemas con la inmigración: 'Aquí residen tres familias ecuatorianas y están perfectamente integradas', dijo.

Otra vecina afirmó haber escuchado al menos 10 disparos, que, en un principio, confundió con 'cohetes'. En efecto, la policía recogió en el lugar de los hechos alrededor de 10 casquillos de bala, que aparentemente fueron disparados por la misma arma, aunque eso está pendiente de confirmar por los análisis de la Policía Científica.

Según las primeras investigaciones, los ucranios heridos tienen los papeles en regla para residir en España y ninguno de ellos tiene antecedentes desfavorables, según fuentes policiales. Los agentes creen que el grupo de extranjeros regresaba a sus domicilios tras tomar unas copas en el barrio de Pan Bendito.

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