La clínica Quirón estará finalmente en la falda del Tibidabo

El último pleno municipal sirvió para dar el visto bueno definitivo al proyecto urbanístico que reordena la zona que conecta Barcelona con el bosque de Collserola, en el área de Pedralbes. Se trata de un amplio plan que afecta a no pocas parcelas con varias permutas y recalificaciones. El proyecto aprobado modifica el emplazamiento previsto para la nueva clínica Quirón, que finalmente se situará en la falda del Tibidabo. El Ayuntamiento ha denegado la licencia de edificación a un grupo que pretendía construir 21 viviendas de lujo en el margen del bosque.

La primera medida tomada, tras una ardua negociación a varias bandas, es el traslado del proyecto de la clínica Quirón. El centro sanitario iba a construir unas nuevas instalaciones al sur del parque de la Oreneta, junto al lugar que hoy ocupan los colegios Aula y Betania-Patmos. Los terrenos tenían la calificación adecuada, pero presentaban dificultades de acceso. La negociación llevada a cabo por el primer teniente de alcalde, Xavier Casas, con la empresa Núñez y Navarro ha facilitado que la clínica Quirón optara por construir su nuevo centro junto a Torre Vilana.

Los terrenos donde se construirá la nueva Quirón eran de Núñez y Navarro, que los cede a cambio de dos solares situados a ambos lados de la plaza de Alfons Comín. De manera que el Ayuntamiento ha realizado primero la permuta con Núñez y Navarro por la que ésta abandona la zona adyacente a Torre Vilana y va a la plaza de Alfons Comín. Y una vez concluido este cambio, el municipio ha realizado una segunda permuta: los terrenos que eran de Núñez y Navarro por los que eran de la Quirón.

Al mismo tiempo, el Ayuntamiento ha decidido no conceder licencia de edificación a un conjunto de propietarios que pretendían construir 21 viviendas unifamiliares en el margen del bosque y a escasos metros de la carretera de las Aigües. Se trata de una promoción de viviendas de gran lujo ya que cada parcela era de 2.000 metros cuadrados y en total se iban a edificar 11.700 metros cuadrados de techo. La decisión municipal ha sido la de preservar la zona boscosa y denegar la construcción del complejo, en sintonía con la idea general que subyace al conjunto del plan: frenar la tentación de los promotores de construir en zonas cada vez más elevadas y defender la montaña y su paisaje.

Finalmente, hay un tercer proyecto, hoy en exposición pública, que también puede afectar al límite entre la ciudad y el bosque. Lo ha presentado un colegio privado religioso que ya dispone de instalaciones en Sarrià. Los promotores prevén la construcción de un complejo escolar privado de 26.000 metros cuadrados. El solar está calificado como de equipamientos. El municipio seguramente denegará las obras por su impacto ambiental y al entender que se trata de un proyecto en una cota excesivamente alta.