Israel toma la ciudad palestina de Nablús
El informe sobre el ataque con misiles a Gaza admite un fallo de los servicios de información
El Ejército israelí dio comienzo a sus represalias por el atentado palestino con bomba en la Universidad Hebrea de Jerusalén, en donde murieron siete personas. Un centenar de vehículos militares y blindados penetró de madrugada en el casco antiguo de la ciudad cisjordana de Nablús. Mientras, en Rafá, una localidad de Gaza, media docena de tanques efectuó una incursión. Cinco palestinos resultaron muertos y otros tantos heridos en el transcurso de las operaciones, la mayoría por disparos de los soldados israelíes. Yasir Arafat volvió a solicitar una urgente intervención internacional.
Tal como se preveía, el Ejército israelí retomó las operaciones en represalia por el último atentado reivindicado por el movimiento islamista Hamás. Al alba, un importante contingente de tanques y blindados, apoyados desde el aire por helicópteros artillados, tomaba el casco viejo de la ciudad autónoma de Nablús.
Según fuentes del hospital de Rafidia, el más importante de esta localidad del norte de Cisjordania, dos palestinos ingresaron muertos. Otros cinco resultaron heridos de diversa consideración como consecuencia de los disparos efectuados por los militares israelíes. Una vez dominada la plaza, las unidades de infantería registraron una por una todas las viviendas y establecimientos de la zona y detuvieron a más de 30 sospechosos.
Los artificieros dinamitaron un edificio de cuatro plantas. El portavoz del Ejército aseguró que el inmueble hacía funciones de zulo para el almacenamiento de armas y munición, así como de laboratorio para la fabricación de explosivos. Según los servicios de inteligencia israelíes, los explosivos utilizados en el último atentado provenían precisamente de Nablús.
Servicios de información
Precisamente, a un fallo de los servicios de información se atribuye la muerte de 13 civiles durante la operación realizada el pasado 25 de julio para asesinar al líder de Hamás Salá Shahada, que motivó la venganza palestina en la Universidad Hebrea, según se desprende del informe elaborado por los militares.
Aparentemente, las tropas israelíes mantendrán su presencia en el casco viejo, que anoche aún no habían reocupado. Sí lo hicieron durante la previa, en que destruyeron un importante número de edificios del que constituye el conjunto arquitectónico y arqueológico más valioso de los territorios palestinos. El resto de la ciudad lleva reocupada desde hace más de un mes y sufre uno de los más severos toques de queda.
Por otra parte, un activista del movimiento islamista Hamás, Amyad Yabur, de 25 años, era encontrado sin vida en la localidad de Salem, situada a pocos kilómetros de Nablús. Las autoridades sanitarias certificaron que el cadáver presentaba varios impactos de bala en diversas partes del cuerpo. Según el portavoz militar, el activista fue alcanzado mientras intentaba escapar. Testigos oculares citados por las organizaciones de derechos humanos palestinas aseguraron que fue una ejecución sumaria.
Tras ser informado de los incidentes acaecidos en Nablús, el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, volvió a hacer un llamamiento desesperado a la intervención internacional. 'Estoy pidiendo la intervención de Naciones Unidas. Si no pueden mandar tropas, pues que manden observadores', dijo Arafat durante una breve conferencia de prensa frente a su maltrecho cuartel general de Ramala.
El Ejército abrió un segundo frente en la localidad de Rafá, situada en la frontera entre Egipto y Gaza. Seis tanques penetraron desde una base militar próxima, con el objetivo de demoler tres viviendas pertenecientes a las familias de activistas que presuntamente habían participado en atentados perpetrados contra los asentamientos de la zona. Un palestino murió durante el tiroteo. También murió por disparos israelíes una mujer de 85 años. Según el portavoz militar, la víctima fue abatida mientras caminaba cerca del perímetro de seguridad de un asentamiento. Su hijo aseguró, en cambio, que fue alcanzada dentro de su casa.
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