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Montgat pugna por recuperarse de los daños causados por el temporal

Lluís Pellicer

Los efectos del fuerte temporal del jueves todavía eran perceptibles ayer en Montgat, que sufrió el mayor aguacero del Maresme, con 248 litros por metro cuadrado. Los alrededores de la carretera N-II fue la zona más perjudicada, ya que las rieras y torrentes de la localidad acumularon allí piedras, arena y barro. Muchas calles del municipio quedaron igualmente cubiertas por los materiales que arrastraban las corrientes de agua que desembocaron finalmente al mar.

Las playas del municipio también se vieron afectadas por el temporal. Las rieras abrieron varios canales y trincheras de gran anchura y dejaron en la arena plásticos, hierbas, papeles y piedras, entre otros enseres que habrá que retirar. Como consecuencia del temporal, la anchura de las playas se vio reducida varios metros, aunque sin llegar a los extremos de los temporales de levante del pasado otoño.

Durante la jornada de ayer, las brigadas municipales y varias máquinas del Àrea Metropolitana trabajaron para que las playas recuperen las condiciones que tenían antes del espectacular aguacero. Sin embargo, la alcaldesa de Montgat, Rosa Aleman, advirtió de que se tardarán varios días en reparar los daños. 'Dudo que esté todo arreglado para el fin de semana. Todos los trabajadores de las brigadas municipales que estaban de vacaciones se han incorporado a las tareas de limpieza. Aún así, el aspecto de Montgat no será de estricta normalidad hasta dentro de unos días', dice Aleman. Además, dos de los accesos a las playas que quedaron cortados por inundación seguían ayer 'impracticables', según Aleman.

Un camión en la N-II

A la fuerza de las rieras cabe añadir, al estudiar los daños causados por el temporal, el efecto tapón que provocó un camión que quedó inmovilzado en la N-II a causa de la inundación de la calzada y que provocó, a su vez, el corte de la carretera en dirección a Mataró durante varias horas. El camión, atrapado en un metro de barro, impidió que el agua siguiera su cauce hacia el mar y provocó la acumulación de materiales en la zona. Al respecto, Aleman criticó la actitud de las personas que manejaban las máquinas que mandó el ministerio de Fomento para restablecer el tráfico en la N-II, donde además del camión también quedaron inmobilizados otros dos vehículos. 'Hicieron su trabajo, es cierto', concedió Aleman, 'pero el barro que sacaban de la carretera lo depositaban en la calle de al lado, de forma que los trabajos para retirarlo van a ser para el Ayuntamiento, que no dispone de suficientes efectivos', lamentó.

El Ayuntamiento espera al fin de las tareas de limpieza y adecuación de las playas para llevar a cabo una valoración económica de los desperfectos que han causado los temporales y pedir las ayudas pertinentes.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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