Berlusconi logra que el Senado italiano apruebe una ley para garantizar su impunidad judicial
La 'legítima sospecha' para cambiar de juez sale adelante pese a las enmiendas de la oposición
La coalición de Gobierno de centroderecha en Italia, dirigida por el primer ministro, Silvio Berlusconi, logró anoche la aprobación en el Senado de una ley que permitirá la transferencia de los procesos judiciales a otro juzgado si existe legítima sospecha de parcialidad del juez, una legislación que servirá de hecho para dar impunidad al primer ministro conservador. La ley, que deberá pasar en septiembre por la Cámara baja, salió adelante con 162 votos a favor y 9 en contra, a pesar de que la oposición, que boicoteó en masa la votación, había presentado 900 enmiendas.
La coalición Casa de las Libertades afirma que la ley en discusión, además de ser ajustada a la legislación de la Unión Europea, servirá para proteger a Berlusconi de la manipulación política supuestamente realizada por algunas magistraturas, como la de Milán, a la que los correligionarios de Il Cavaliere califican de izquierdista.
La oposición italiana constata, en cambio, que dicha ley le viene como anillo al dedo a Berlusconi -así como al portavoz parlamentario de Forza Italia, Cesare Previti- y le ayudará a sortear las responsabilidades penales en los procesos judiciales que tiene abiertos en Milán.
La ley aprobada en el Senado, en el escollo más difícil de su tramitación, deberá pasar a la Cámara de Representantes (en la que el Gobierno también cuenta con mayoría), donde está previsto que sea aprobado a mediados de septiembre.
El debate en el Senado no fue transmitido en directo por televisión porque los legisladores se opusieron a ello por mayoría, a pesar de que los derechos de transmisión ya habían sido concedidos al canal privado Canal 7, que agrupa a canales locales italianos bajo el control de Telemontecarlo. Por último, sólo se emitieron las declaraciones finales de voto de los diputados.
La oposición, encabezada por la coalición El Olivo, presentó casi 900 enmiendas en un intento de aplazar el debate hasta después de las vacaciones, ya que la de ayer era la última jornada hábil del periodo de sesiones.
La oposición también criticó la ausencia del presidente del Senado, Macelo Pera. La sesión fue caótica y, tuvo que ser suspendida en diversas ocasiones. La primera, cuando el portavoz del Ejecutivo, Melchor Cirami, afirmó al presentar el proyecto de ley: 'Esta ley no transfiere ningún proceso, pero da la posibilidad a un magistrado de decidir si otro juez es imparcial respecto al proceso en curso'.
Los gritos de '¡Vergüenza!, ¡Vergüenza!', resonaron varias veces dentro del Senado, y en la calle, en las manifestaciones de protesta contra la nueva legislación, tildada de 'traje a medida' en algunos carteles.
Defensa del Parlamento
El presidente del Partido de la Izquierda Democrática, Massimo D'Alema, advirtió: 'Debemos defender el Parlamento y hacer que la legítima protesta popular no se vuelva contra las instituciones'.
El Senado estaba protegido por fuerzas policiales, lo que suscitó la protesta de varios parlamentarios de la oposición, que definieron la situación como régimen de ocupación. Entre los miles de manifestantes que se concentraron el miércoles se encontraba el cineasta Nanni Moretti. En su intervención en un estrado improvisado, el líder de El Olivo, Francesco Rutelli, aseguró entonces que el Senado se había reducido al papel 'de un mayordomo que defiende los intereses personales de su amo'.
Berlusconi, por su parte, aseguró que no veía la urgencia de aprobar la denominada ley Cirami. 'No tengo ningún interés', aseguró el jefe del Gobierno italiano. Para Berlusconi la ley garantiza el derecho de los ciudadanos 'a tener un juez justo e imparcial'. 'La izquierda no sabe hacer otra cosa que mentir, mentir y mentir', aseguró.
Al final, para superar las casi 900 enmiendas presentadas por la oposición, la ley Cirami fue sustituida por un expediente parlamentario para eliminar la obstrucción a su tramitación.
El jefe del grupo parlamentario de Forza Italia, Renato Schifani, comentó que la mayoría había actuado con astucia para superar las trabas de la oposición al procedimiento legislativo en la Cámara alta.
Como protesta, algunos diputados se quedaron en mangas de camisa, actitud definida como 'vergonzosa y patética' por parte de Forza Italia.
En Milán, mientras tanto, varios centenares de personas se manifestaron con banderas comunistas ante el Palacio de Justicia, con carteles en los que se leía: 'La ley es igual para todos'.
Tras la aprobación de la Cámara de Representantes, ya sólo será necesaria la firma por el presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, para que entre en vigor la ley de legítima sospecha, antes, obviamente, de su publicación en la Gaceta Oficial. En declaraciones recogidas por la agencia Efe, Ciampi hizo ayer hincapié en 'la autonomía y la independencia' de la magistratura italiana, como 'punto cardinal del ordenamiento constitucional'.
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