MI SALAMANCA
CARLOS FUENTES
Aquí la piedra es oro, el oro es luz y la luz es letra. No hay Salamanca sin la piedra dorada de la Plaza Mayor, el oro luminoso del altar de San Esteban o la luz letrada de la Universidad. Podría sumar los sitios de maravilla, convertidos en espejismos de mi mente: el coro de Sancti Spiritus, el claustro de los Reyes, el patio de los Irlandeses, la plaza de Santo Domingo, y acabaría citando siempre a Garcilaso y su insuperable poema a Salamanca.