EE UU no logra bloquear un tratado contra la tortura
EE UU no consiguió bloquear el pasado miércoles en la ONU la aprobación de un texto que refuerza el tratado internacional contra la tortura. Washington temía que este protocolo adicional diera a otros países el derecho a inspeccionar sus cárceles, entre ellas las de Guantánamo, donde tiene detenidos a cientos de presuntos miembros de Al Qaeda.
Los estadounidenses propusieron a cambio volver a las negociaciones de los diez últimos años. Su moción fue rechazada por 29 votos en contra y 15 a favor. El protocolo opcional, que ya había sido aprobado hace unos meses por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y ahora pasará a votación en la Asamblea General, es una cláusula que pretende reforzar el tratado contra la tortura de 1989, que ha sido ratificado por 130 países, entre ellos Estados Unidos. La cláusula opcional permite, en efecto, llevar a cabo inspecciones en las cárceles de los países firmantes para comprobar que no se cometen abusos, pero, como su nombre indica, sólo concierne a las naciones que deseen firmarla. 'En el fondo, ésta ha sido una gran votación porque EE UU lo intentó y falló', comentó Joanna Weschler, de la organización Human Rights Watch.
Con su iniciativa, Washington ha vuelto a enfrentarse a sus aliados europeos, que, con los latinoamericanos, eran los más fervientes partidarios del tratado. El creciente distanciamiento no es nuevo. Ya quedó patente hace unas semanas cuando, tras una tortuosa votación, EE UU consiguió mantener a sus soldados al margen de la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI). Esta semana, Washington también anunció que no pagará su cuota anual de 34 millones de dólares al Fondo de Población de la ONU.
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