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EDUCACIÓN

Un estudio muestra que los futuros maestros tienen 'alarmantes' deficiencias en matemáticas

Los autores afirman que los alumnos de Educación no son peores que los de hace 25 años

Carmen Morán Breña

Los autores afirman que los alumnos de Educación no son peores que los de hace 25 años

Los conocimientos matemáticos de los estudiantes del primer curso de la carrera de Educación son 'alarmantes'. Baste decir que entre los alumnos que realizaron una prueba elaborada por la Universidad de La Laguna sólo un 18% supo diferenciar entre la hipotenusa y el cateto o que, preguntados por el precio de un abrigo de 15.000 pesetas si se le rebaja un 5%, varios se liaron con los cálculos y resolvieron dando al abrigo más precio del que tenía en origen. Los profesores universitarios, autores del estudio, piden una nueva formación inicial de los maestros que solucione estas deficiencias.

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Los alumnos que se han sometido a esta prueba (895) proceden de la Universidad de La Laguna, Extremadura, Granada, Huelva, Las Palmas de Gran Canaria, Murcia y Zaragoza y su edad media es de 20 años. Han tratado de resolver 30 problemas matemáticos de primaria y secundaria divididos en cuatro bloques de conocimientos: números y operaciones (42% de aciertos), medida (48%), geometría (59%), análisis de datos, estadística y probabilidad (74%) y álgebra (57%).

El porcentaje de aciertos no satisface en absoluto a los profesores que han realizado el estudio, Josefa Hernández, Aurelia Noda, Mercedes Palarea y Martín Socas, del departamento de Análisis Matemático de la Universidad de La Laguna (Canarias). En dos bloques suspenden, en otros dos apenas superan el aprobado y sólo un tercero tiene un notable en aciertos. Y ello, a pesar de que estos estudiantes tienen fresco lo aprendido en secundaria.

Además de medir la capacidad de estos futuros maestros para resolver con éxito problemas matemáticos, se ponía a prueba su desenvoltura ante estos ejercicios, sin necesidad de cálculos, aplicando el sentido común o una interpretación certera que se aproximara a los resultados. Y ahí es donde han saltado las sorpresas. Por ejemplo, se les preguntó cuánto costaría un abrigo de 15.000 pesetas si le rebajaban un 5%: lo acertaron un 65%, pero entre los que fallaron había respuestas que en lugar de rebajar el abrigo aumentaban su precio. El archifamoso Teorema de Pitágoras también se les atasca a muchos: sólo un 18% acertó con la clave: la hipotenusa es mayor que los catetos.

En alguno de los ejercicios se pusieron pequeñas trampas. Se preguntó por el número de conejos y gallinas que hay en un corral si se cuentan en total 116 patas. Sólo un 6% de los estudiantes supo ver que faltaban datos para resolver el problema.

Los autores de este estudio sacan algunas conclusiones de los resultados obtenidos, que califican de 'alarmantes', pero antes de nada, explican que los alumnos de hoy en día no son peores que los de años anteriores, sino que en España 'los resultados en este tipo de pruebas siempre han sido bajos'. De hecho no hay diferencias apreciables entre los alumnos que proceden del COU y los del bachillerato LOGSE. 'No estamos peor que antes, es que no hemos mejorado nada en 25 años', matiza Martín Socas.

Buscan la solución en una buena política de formación inicial del profesorado, porque estos estudiantes serán en el futuro maestros de primaria y enseñarán a niños a los que podrían transmitir de nuevo los errores y los miedos hacia la asignatura. 'Y esta nueva ley de enseñanza que se anuncia vincula la calidad al rigor y el esfuerzo de los alumnos, pero olvida otra vez la formación de los profesores porque se ha hecho sin análisis básicos previos', dice Socas.

De haber preguntado a estos profesores, la formación de los futuros maestros cambiaría. 'Para mejorarla hay que detectar los errores, analizar en profundidad dónde están las dificultades y arbitrar planes de estudio que encaucen esta situación', sugiere Socas.

Una de las quejas sobre los actuales planes es que dedican muy pocas horas al aprendizaje de las matemáticas, alrededor del 2% de todos los créditos de la carrera. Los autores del estudio consideran que es posible desarrollar un programa de matemáticas para la formación de futuros maestros común a todas las especialidades, porque se parte de deficiencias análogas, con independencia de la modalidad de bachillerato que se haya estudiado.

La actitud de los alumnos evaluados ante esta asignatura, que todos aprobaban con nota cuando eran pequeños y que se les fue atascando de mayores, es buena o muy buena en un 51%, sin embargo.

La muestra de estudiantes que han hecho esta prueba 'podría ser representativa de lo que ocurre en todas las universidades, porque comparados los datos con otros de estudios anteriores no hay diferencias significativas', explica Socas.

Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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