La industria registra el peor crecimiento de los últimos ocho años
El aumento de 1,4% de 2001 es 2,5 puntos menor que el de 2000
Los coletazos de la desaceleración económica mundial alcanzaron a la industria catalana que, en 2001, registró una baja de 2,5 puntos con relación al crecimiento de 2000, después de siete años de intenso desarrollo. El PIB industrial creció apenas el 1,4% el año pasado frente al 3,9% de 2000, como consecuencia de la pérdida de ritmo de las inversiones y de la demanda interna, según el balance anual del Departamento de Industria.
La industria catalana sufre un retroceso desde principios de 2001, cuando se intensificó la cuesta abajo del PIB sectorial que el Ejecutivo catalán atribuye a la crisis mundial. Durante ese año, el crecimiento de la industria fue de apenas el 1,4%, el peor índice de los últimos ocho años.
Este ligero aumento, no obstante, duplicó el de la zona euro, del 0,7%, y fue ligeramente superior al 1,3% del conjunto de la industria española, de acuerdo con el informe anual sobre la evolución del sector, presentado ayer por el consejero de Industria, Antoni Subirà.
Una de las claves para descifrar el bajo crecimiento de la industria catalana, además de la desaceleración de la economía internacional, es la inversión, que tuvo un crecimiento prácticamente nulo, del 0,1% en relación con el 2000. Esta pérdida de dinamismo se debe, según el informe de Industria, a la 'dificultad de las empresas para mantener altos ritmos de inversión' -que durante seis años seguidos registraron una subida interanual del 10%-, el aumento de los tipos de interés y la crisis internacional.
La producción industrial, además, se contrajo el 1,2% después de cuatro años de crecimiento continuo. Y hay más: Mientras que el capital extranjero que se orientó hacia el sector se redujeron en el 37,4%, las apuestas inversoras catalanas en el exterior cayeron el 33,7%, de acuerdo con el balance de Industria.
En 2001, la industria catalana exportó mercaderías por valor de 36.300 millones de euros, el 9,1% más que el año anterior, con una importante desaceleración del 4,1% en el cuarto trimestre. Pese al dato positivo, Industria destacó que 'la debilidad de la demanda interna no fue compensada por el sector exterior'.
Los sectores que sobrevivieron a las turbulencias económicas fueron los ligados a la construcción, como la producción de hormigón preparado, que creció el 10%, o el cemento, que subió el 5%, los laboratorios, que aumentaron su producción el 11% y la fabricación de papel y cartón, que ascendió el 5%.
Pese a estas cifras, Subirà evaluó que el balance 'demuestra que la industria catalana resistió bien la desaceleración económica de 2001' en comparación con el resto de los países de la Unión Europea, y se mostró optimista respecto a los índices que se reflejarán a finales de 2002. Los signos de reactivación que mencionó el consejero son el crecimiento del 0,2% del PIB industrial en el primer trimestre de este año, y la fuerte suba del 7,5% de las exportaciones catalanas en el inicio del segundo trimestre de 2002, tras rotundas caídas desde octubre del año pasado.
El panorama poco alentador que se dibujó hasta ahora tuvo su reflejo en el deterioro de la confianza empresarial, que, de acuerdo con el Indicador de Clima Industrial (ICI), retrocedió 11 puntos con relación a 2000.
Más empleo
La coyuntura económica que arrastró los índices industriales, sin embargo, no tuvo gran impacto sobre la ocupación del sector, que creció el 3,7% el año pasado, el 0,7% más que en 2000. Aunque estuvo lejos del salto del 2,3% registrado hace dos años.
De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA), a finales de 2001, la industria catalana empleaba a 711.100 personas, la cifra más alta registrada desde 1991. Este crecimiento contrasta con la disminución de la ocupación del 0,1% que se produjo en el conjunto de la economía de la comunidad.
Tras el progresivo aumento de la cantidad de puestos de empleo durante el primer semestre del año pasado, se produjo una inflexión a principios de julio, que terminó con una caída del 1,8% de la ocupación en el último trimestre de 2001. Por sectores, existe un aumento desigual en la creación de puestos de trabajo. Están a la cabeza el sector de equipos eléctricos, con 1.300 empleados más (3,3%), seguido del metalúrgico, con un aumento de 1.500 trabajadores (1,9%). Por contra, los que más destruyeron empleo en 2001 fueron la industria maderera, que se contrajo el 1,7%, y el sector de extracción de petróleo y energía, con una caída del 1%.
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