Efectos del visado
Sorprenden las últimas declaraciones del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol sobre la necesidad de extender la exigencia de visado a todas las personas de países de América Latina para, de esta manera, regular los flujos migratorios. Como muchos otros políticos que utilizan la inmigración como arma electoral, el presidente no es consciente de todos los 'efectos colaterales' que dicha medida comporta para las familias mixtas que residen y trabajan en Cataluña.
A los miembros de estas uniones mixtas, la exigencia de visado complica, entre otros aspectos, el reagrupamiento familiar, incluso ante el nacimiento de un hijo. Para que mi mujer -de nacionalidad colombiana- pudiera estar acompañada por su madre en el momento del parto, tuvimos que formalizar un acta notarial de invitación con varios meses de antelación desde Barcelona. Este trámite no sirve de nada ante la eficacia de las autoridades consulares de España, porque el guardián de la entrada del Consulado de Bogotá DC sólo expide números para que los solicitantes de visado sean atendidos seis meses más tarde. Mientras tanto, nuestro hijo, que no entiende de trámites burocráticos, ya hace 15 semanas que nació.
