Un diputado nómada

Jairo Martínez será mañana el primer congresista del mundo que representa a los expatriados de un país. Su escaño estará en el Congreso de Colombia, pero él vivirá itinerante, entre Bogotá y Miami -donde ha residido desde hace 20 años representando a la farándula- y viajando a otros países que han acogido al éxodo colombiano.

Tras debutar en la política el sábado, tiene prevista una gira por su distrito electoral, disperso en 31 países, para escuchar las necesidades de cinco millones de colombianos. España será la primera parada. 'Es una emigración temporal. La mayoría está pensando en volver cuando Colombia se arregle', afirma. Pero mientras tanto -y puede ser un largo mientras tanto, dice Martínez- se propone ayudarles a tener una vida mejor ('hay muchos pasando hambre') y a facilitarles el regreso. La tarea es enorme y tan dispersa como el propio éxodo. Con una dificultad adicional, señala, y es que el éxito de cualquier gestión depende de la colaboración de otros gobiernos, lo cual requiere una gran labor de persuasión.

Martínez tiene previsto visitar los 31 países que albergan a 5 millones de colombianos

Está convencido de que 'no hay tanta diferencia' entre la farándula y la política

A este congresista itinerante no parecen faltarle dotes de persuasión. A eso se ha dedicado toda su vida profesional en el mundo de la farándula en Estados Unidos, trabajando con Emilio Estefan, el magnate de la música hispana, y llevándole al mismo tiempo las relaciones públicas a la cantante Shakira y a otros artistas. Cuando se pregunta por él en Estefan Enterprises o a los artistas latinos que pasan por Miami, Martínez tiene fama de que 'resuelve'. Tanto es así, que acabó poniéndole a su empresa J-Resolve. Ahora tiene el empeño de 'resolver' los problemas de sus compatriotas.

Convencido de que 'entre la farándula y la política no hay tanta diferencia', de que 'es cuestión de trabajar con sentido común', improvisó una campaña electoral de apenas un mes en la que sólo le dio tiempo a buscar votos en Colombia y en Estados Unidos. Se presentó sin plataforma política, como candidato independiente asociado al Partido Liberal, y, 'hablando sólo con el corazón', derrotó a 28 contrincantes por 300 votos.

Después de asumir el escaño (llamado curul en Colombia) comenzará en España un recorrido por el mapa internacional del éxodo colombiano para conocer sobre el terreno las necesidades. España y Estados Unidos son los países donde han emigrado más colombianos. Según los cálculos oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores colombiano, en Estados Unidos se han instalado más de dos millones, 400.000 de los cuales en Miami.

Martínez está, por ello, muy familiarizado con las necesidades de los colombianos en Estados Unidos. Ya ha iniciado en Washington gestiones, o más bien lobby, para intentar que el Departamento de Inmigración conceda a los colombianos un permiso temporal de residencia (TPS). Ese permiso aliviaría enormemente la difícil situación en la que viven decenas de miles de colombianos que llegaron a este país con un visado de turista, no han podido regularizar su estatuto migratorio y están o bien sin trabajo o bien en empleos muy por debajo de su capacitación, en los que apenas ganan para subsistir.

Martínez resume la situación con un chiste popular: '¿Cúal es la mejor forma para regresar a Colombia con un millón? Irse a Estados Unidos con dos'.

La emigración colombiana que ha llegado en los últimos años a Estados Unidos -y sobre todo a Miami- es de clase media acomodada. La mayoría son profesionales y empresarios. Ello se debe a que el consulado norteamericano en Bogotá pide montones de garantías de solvencia económica y estabilidad laboral para asegurarse de que la persona va a regresar. Pero no regresa. Unos por temor a que se cumplan las amenazas de muerte de la guerrilla, como es el caso de la periodista Mireya Álvarez, de Radio Caracol-Miami, y otros porque no tienen posibilidades de prosperar ni esperanzas, dada la situación de Colombia.

De momento, Jairo Martínez quiere ayudarles presentando un plan ante el Congreso que rebajaría de un 3% a un 1,5% el impuesto que pagan al enviar remesas a sus familiares. Las remesas oficialmente ascienden a 4.000 millones de dólares al año (unos 4.000 millones de euros), pero los cálculos extraoficiales las sitúan en casi el doble, porque la mayoría opta por mandar el dinero con un amigo para evitar desembolsar este 3%. El Estado pierde así una importante fuente de ingresos.

Otra inyección para las finanzas colombianas sería, según Martínez, repatriar el dinero del narcotráfico. Pero su principal plan es fomentar el regreso de los emigrantes. Admite que es un proyecto idealista, pero dice confiar en que el Gobierno del presidente electo Álvaro Uribe reactive la economía y amague la violencia.