La policía francesa y la Guardia Civil desarticulan la nueva cúpula de los GRAPO

No les dio tiempo a cometer ningún atentado. La policía francesa y la Guardia Civil desarticularon ayer la nueva cúpula de los GRAPO, reconstituida en París tras la detención en noviembre de 2000 de Manuel Pérez Martínez (camarada Arenas) y Fernando Silva Sande. La operación hispano-francesa se ha saldado por ahora con el arresto de 14 personas en París, Madrid y Vitoria, entre ellas el presunto responsable del aparato militar de la banda Marcos Martín Ponce y el histórico Fernando Hierro Chomón. La organización contaba con cinco pisos en París y tres en Madrid.

La operación conjunta comenzó en junio de este año, cuando se conoció que Antonio Lago Iglesias, responsable de las relaciones de los GRAPO con otros grupos terroristas, tenía la intención de realizar un viaje a París para contactar con miembros de la nueva cúpula de la banda. La policía francesa y la Guardia Civil organizaron un dispositivo común para contolar los contactos de Lago contactos con un miembro de la dirección de la organización terrorista en Francia. Fue a partir de ese contacto cuando se pudo conocer la identidad del resto de los dirigentes residentes en la capital francesa.

En total fueron ocho los detenidos ayer en París, todos ellos miembros del Comité Central de los GRAPO. Se trata de Josefina García Aramburu y Joaquín Garrido González, ambos miembros de la llamada comisión política; Marcos Manuel Regueira Fernández y Belen López Calderón, responsables de la organización de la banda en el exterior; Fernando Hierro Chomón, histórico dirigente que abandonó la cárcel en julio de 1998 tras una condena de 20 años; Marcos Martín Ponce, supuesto nuevo número uno de la estructura militar de la banda y María Ángeles Ruiz Villa. También fue arrestada Gema Rodríguez Miguel, presunta responsable directa de una de las células armadas de la organización y se han localizado cinco pisos pertenecientes a los presuntos terroristas.

Una entrevista entre los dirigentes de la banda en París y la presunta militante a sueldo de la banda Josefa Baños Andújar fue el punto de partida que condujo a las detenciones realizadas en España. Tras el encuentro con la cúpula, Baños viaja a España adoptando grandes medidas de seguridad. Una vez en Madrid, donde se aloja en una pensión del centro, contacta en varias ocasiones con Jesús Merino del Viejo -también a sueldo de los GRAPO-, para transmitirle las instrucciones comunicadas por la dirección en Francia.

En ese momento, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, coordinador de la investigación en España, dictó las correspondientes órdenes internacionales de búsqueda y captura para los presuntos terroristas localizados en Francia y España y autorizó la entrada en los domicilios de los detenidos, donde, según el ministro del Interior, Ángel Acebes, se encontró abundante documentación y material.

Las detenciones realizadas en España son seis, una en Vitoria y el resto en Madrid. Los presuntos terroristas son: Josefa Baños Andújar , Jesús Merino del Viejo y Fernando Pérez López, presuntos miembros de un comando; Israel Monleón Martínez, integrante de los comandos de información de la banda; y Aurora Cayetano Navarro que formaba parte de la organización en el interior.

El ministro del Interior Ángel Acebes, aseguró que el objetivo principal de la nueva dirección de los GRAPO era 'recaudar fondos e información para realizar futuros atentados'. Varios de los detenidos son sospechosos de los atracos cometidos en dos sucursales de la Caixa en Madrid y en otra de Caja Duero en Valladolid. También se les implica en el asalto a dos furgones blindados en Madrid y Camargo (Cantabria) de los que sustrajeron casi 100.000 euros.

La anterior cúpula de los GRAPO fue desarticulada el 9 de noviembre de 2000. La policía francesa detuvo entonces en París a siete miembros del comité central, entre ellos Manuel Pérez Martínez, entonces máximo dirigente de la banda, y Fernando García Sande, uno de los autores del secuestro del industrial zaragozano Publio Cordón, de quien no se ha vuelto a saber nada.