La crisis del textil provoca en cuatro meses 452 despidos y el cierre de 7 fábricas

Siete empresas del textil han cerrado en Cataluña entre los meses de marzo y junio y 452 han sido despedidos en este mismo periodo a causa de la crisis que atraviesa el sector, en especial en la actividad de hilatura. Un informe de Comisiones Obreras revela que en estos cuatro meses otras 342 personas se vieron afectadas por la supensión temporal de sus contratos a causa de la suspensión de pagos de tres compañías.

El motivo principal de la crisis es el traslado de producción a otros lugares con un coste menor para el empresario, unido a la mala situación económica internacional. La compañías que han cerrado en este tiempo son Befaca, de Mataró (nueve trabajadores); Manufacturas Industriales de Punto, de Barcelona (20); Confecciones Palau, de Santa Maria de Palautordera (19), y Manufacturas Siltek, de Valldoreix (27). También clausuraron su actividad Confecciones Aqualata, de Igualada (53); Ditexo, de Usell de Torruella (19); Industrial Aragonés, que estudia el cierre de la planta de Amer, en la que trabajan 46 personas, y Cotexa de Guardiola de Berga, que quiere hacer despidos.

Además, han presentado expedientes de regulación de empleo Manufacturas San Salvador, de Cercs, para despedir a 32 de sus 127 empleados; Juan Domingo Casanovas, de Sabadell, para 59 de sus 272 trabajadores; Textil Cano y Segura, de Lliçà de Vall, para 15 de sus 75 trabajadores, y en Gassol, para 34 de sus 202 empleados. Asimismo, las firmas Auxiliar Estambrera, Saipel y Manufacturas San Salvador han suspendido pagos.

El problema de las hilaturas

Salvador López, secretario general del textil de Comisiones Obreras, explicó que la situación del sector 'no es de especial gravedad' y que son las plantas de hilatura 'las que viven una crisis permanente'. La fabricación de hilo tiene un coste muy elevado y, sin embargo, su venta no reporta importantes beneficios.

El responsable del sector textil de CC OO de Cataluña también señaló que en muchos casos 'las compañías justifican que reducen plantilla por cuestiones de mercado, pero en realidad lo hacen porque sumergen producción o la trasladan a países emergentes' para ahorrar costes.

Un ejemplo sintomático es el de Confecciones Aqualata. La compañía, que empleaba a 53 personas, ha cerrado alegando que su principal cliente era Basi -la firma que fabrica la ropa de Lacoste en España y de Armand Basi- y esta empresa ha desviado a Perú la producción de polos de vestir.