Precariedad aceptada

'Llevamos más de seis años saliendo juntos pero no vemos la manera de casarnos, porque ambos trabajamos y estamos en paro a la vez'. Aparentemente contradictorio es lo que nos cuenta esta pareja, pero real como la vida misma.

Una de las preguntas de la Encuesta de Población en Relación con la Actividad, en Euskadi, asume situaciones como ésta entre cerca del 90% de los contratados: '¿Realizó durante la semana pasada algún trabajo remunerado por muy pequeño que éste fuera y de cualquier tipo...?' La realidad se nos presenta con crudeza. Si esta pregunta viene en una encuesta oficial cómo será la realidad; cuántas parejas están experimentando en propia carne el agarrarse a contratos-basura que, sin embargo, desintegran sus mejores proyectos.

La precariedad laboral crece cada día y hace que la integración social de muchas personas sea difícil, porque impide construir un futuro familiar digno. Entonces, ¿qué podemos hacer? ¿Nos dejaremos arrastrar por el atractivo discurso del demagogo populista de turno que, ante precariedad e inseguridad, prometa soluciones a costa del emigrante y del distinto?

Nosotros, militantes de la HOAC, creemos que algo se puede hacer y apostamos por ir transformando poco a poco esta situación de injusticia que es el empleo precario, a través del compromiso personal y la solidaridad.