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Reportaje:

'Engañar a los accionistas'

La demanda acusa a Cheney y a otros ejecutivos de 'orquestar el encubrimiento de pérdidas para preservar sus jugosos salarios'

'Demostraremos que Dick Cheney ha violado las leyes. Las mismas leyes que violaron ejecutivos de varias corporaciones a los que el presidente Bush afirma que hay que encarcelar', dijo ayer en una conferencia de prensa en Miami Larry Klayman, director del influyente grupo Judicial Watch al anunciar la demanda contra el vicepresidente de EE UU. La demanda acusa a Richard Dick Cheney de 'conspirar para defraudar a los accionistas' junto con otros ejecutivos de Halliburton, la corporación petrolera de la que fue consejero delegado desde 1995 hasta 2000. Como parte de esa supuesta trama, el vicepresidente habría acordado con los auditores de Arthur Andersen la adopción de un nuevo sistema de contabilidad para enmascarar pérdidas millonarias e inflar los estados financieros en al menos 445 millones de dólares.

'Richard B. Cheney ha sido un participante directo y conspirador en una trama de actos fraudulentos, y omisiones contables, con la intención de engañar a los accionistas, a potenciales inversores y al mercado de valores sobre la verdadera situación financiera de Halliburton', señala la demanda. Y en otro párrafo continúa: 'Cheney utilizó su puesto para influir y persuadir a otros directores para adoptar una estrategia y filosofía de falsificación'.

Esa 'estrategia de negocio' la había diseñado Arthur Andersen (el mismo auditor de Enron y WorldCom) para dejar de ser un auditor tradicional, independiente y objetivo, y convertirse en una empresa agresiva y favorable a sus clientes a través de una fórmula llamada Dinámica de Valor.

'Falsearon las cuentas maliciosamente, a sabiendas del fraude que cometían, con la intención de manipular los mercados, inflando artificialmente el precio de las acciones desde 1998 y hasta este año', sostiene la demanda. En el pleito se afirma que Cheney y otros 13 ejecutivos de Halliburton violaron además las normas de la Comisión del Mercado de Valores (SEC) al no informar de que habían cambiado su sistema contable, para que los reguladores e inversores pudieran poner en contexto los apuntes contables. Los demandantes alegan haber sufrido 'daños y perjuicios por haber sido inducidos fraudulentamente a comprar acciones a precios inflados que han perdido todo el valor proyectado'. No especifican qué indemnización buscan; sólo dicen que debe ser superior a 400.000 dólares.

Cuando Halliburton ocultó el cambio en el sistema contable, en 1998, vivía momentos difíciles debido a una bajada de los precios del petróleo, las pérdidas de varios proyectos de construcción y la adquisición de Dresser Industries, una empresa con cientos de pleitos pendientes.

En sus informes anuales a la SEC, Halliburton anotó como ingresos cuentas por cobrar por importe de 98 millones de dólares en 1999; 113 millones en 2000; y 234 millones en 2001. Todos los estados financieros llevaban una coletilla para eludir futuras responsabilidades -siempre según la demanda- que decía: 'Estos estados consolidados se han preparado utilizando principios contables generalmente aceptados, aunque no incluyen toda la información y anotaciones requeridas, y por ello se deben leer junto a los presentados en el año anterior'.

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La demanda califica estos estados financieros como 'falsos y engañosos' y acusa a Cheney y los demas ejecutivos de 'orquestar el encubrimiento de pérdidas para preservar sus jugosos salarios y el valor de sus acciones'.

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