La Escuela de Música Reina Sofía celebra su décimo aniversario

Con más de 400 conciertos por toda España y varias ciudades del extranjero, la Escuela de Música Reina Sofía celebra su décimo aniversario. Un ciclo protagonizado, sobre todo, por los actuales estudiantes y los alumnos que han pertenecido a ella. En un momento de profundos cambios, la Reina Sofía abandonará su actual sede en las afueras de Madrid para trasladarse al centro previsiblemente en 2005.

La Escuela de Música Virtual, o conseguir formar un proyecto con mayor número de alumnos, son algunos de los retos venideros. Un futuro que Paloma O'Shea, su directora, vincula a un cambio en la dirección que define como 'un relevo necesario' para afrontar los próximos años con garantías.

Desde primera hora de la mañana, varios obreros arreglan los tejados de los chalés anexos a los 17 que forman la Escuela de Música Reina Sofía en Pozuelo de Alarcón. Allí, en el improvisado gallinero que forman los andamios, disfrutan de un lugar perfecto desde donde oír las trompas, flautas y pianos de los casi ochenta jóvenes que estudian con la ilusión de llegar a ser grandes maestros de la música. Paloma O'Shea, su directora, además de presidenta de la Fundación Albéniz (empresa que gestiona los recursos de la escuela), comenzó hace 10 años un proyecto que no duda en definir como 'una de las mejores escuelas de música del mundo. A la altura de la Hochschule de Colonia, la Royal Academy de Londres o el Curtis Institute de Filadelfia'.

Con el décimo aniversario han llegado todo tipo de proyectos: que generan expectativas, como la Escuela de Música Virtual todavía por desarrollar; ambiciosos, como los más de 400 conciertos para este año, que inauguró hace poco la Orquesta Nacional de España con la participación del pianista Dimitri Bashkirov y el violinista Zakhar Bron. Pero el mayor será la nueva sede, obra del arquitecto Miguel de Oriol, en la plaza de Oriente. Son 5.000 metros cuadrados, con un auditorio para 500 espectadores, donde los alumnos vivirán 'rodeados de música, teatro y cine', según O'Shea.

La Escuela de Música Reina Sofía nace en octubre de 1991, aunque O'Shea explica que todo empieza allá por la década de los setenta, cuando se da cuenta de que apenas había españoles en las grandes orquestas y de que casi ninguno accedía a las fases finales del concurso de piano de Santander fundado por ella. 'Desde el principio conté con el apoyo de amigos míos, tanto empresarios como gente de la cultura y, por supuesto, con el de la reina Sofía'. El presupuesto para 2002 es de casi cuatro millones de euros -frente a los poco más de 1,5 millones de hace 10 años-, necesarios para consolidar un proyecto educativo que está coordinado por su director académico, Fabián Panisello. 'La escuela pretende dar una formación completa, porque tan sólo un 1% de los alumnos llegan a ser solistas'. El resto se dedicará, entre otras cosas, a la enseñanza o tocará en una orquesta. El sector privado es el más importante mecenas. Recientemente, la Fundación Albéniz y el BBVA alcanzaron un acuerdo para constituir la cátedra de viola de la que el maestro Gérard Caussé es el titular. Todas las cátedras cuentan con patrocinadores privados, como Sony o Freixenet. La escuela paga una cantidad de la matrícula según los ingresos familiares. La matrícula cuesta 12.500 euros. Vicente Ferrer, vicepresidente de la fundación Albéniz, señala que la financiación del sector privado alcanza un 87%. El otro 13% del mecenazgo, a cargo de la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Cultura.