Un bombardeo de EE UU mata a decenas de asistentes a una boda en Afgansitán
El Pentágono dice que aviones de reconocimiento fueron atacados por baterías antiaéreas
Una bomba lanzada por un helicóptero de EE UU en el sur de Afganistán puede haber causado la mayor tragedia civil desde el comienzo de la operación militar el pasado octubre. Algunos testigos cifraban anoche el número de víctimas entre 30 y 250. Residentes que sobrevivieron a la explosión aseguraron que la bomba cayó en un edificio en el que cientos de personas, mayoritariamente mujeres y niños, participaban en una boda. El Pentágono y el Ejército afgano investigarán si los aviones confundieron unos disparos al aire para celebrar la boda con un ataque de baterías antiaéreas.
La versión del Pentágono, sumamente escueto en sus explicaciones, tan sólo reconocía anoche que una bomba caida en la provincia de Uruzgan (en el centro de Afganistán y a 150 kilómetros al noreste de Kandahar) puede haber causado 'un número indeterminado de víctimas', aunque sólo confirmaba cuatro heridos como balance provisional.
El incidente, según la institución militar estadounidense, tuvo su origen en un acto de defensa propia. Varios responsables del Pentágono aseguran que una patrulla de reconocimiento aéreo estadounidense fue atacada por baterías antiaéreas situadas cerca de la ciudad de Kakarak, un reducto todavía catalogado como 'territorio talibán' en el que,según EE UU, puede estar escondido el mulá Omar, antiguo dirigente político de Afganistán. Testigos del incidente insistían anoche en que no hay 'ni talibanes ni miembros de Al Qaeda aquí. Somos todos civiles, sobre todo mujeres y niños', aseguraba Abdul Saboor.
Varios helicópteros de ataque, un avión AC-130 y un bombardero B-52 acudieron al lugar del que partieron los disparos para destruir el supuesto enclave militar. Fuentes de la coalición aseguran que se emplearon bombas dirigidas de alta precisión.
Una de ellas cambió de rumbo o se lanzó contra un objetivo equivocado; el Pentágono no pudo explicar anoche cuál de esas dos posibilidades están detrás de la bomba. Los testigos aseguran que el artefacto destruyó unos edificios en los que decenas de personas celebraban una boda. Hay una circunstancia relevante: en las bodas afganas es tradicional usar fuegos artificiales e incluso disparar al aire. En mayo, el Pentágono fue acusado de haber atacado por error una boda en la provincia de Khost.
El doctor Gulbuddin, portavoz del Ministerio de Defensa de Afganistán, estimó en más de 30 muertos las víctimas en la matanza de la provincia de Uruzgá. 'Era una celebración de boda y algunos de los asistentes dispararon al aire como parte de la fiesta. Los americanos han confesado que se ha tratado de un error'. Los testimonios recogidos en la zona por varias agencias de noticias llegaban a hablar de 250 víctimas mortales.
La operación ocurrió de madrugada, lo que, según el Pentágono, impedía saber de inmediato el alcance de la tragedia. El ataque tuvo lugar entre las dos y las cuatro. Los hospitales de la zona comenzaban anoche a atender a los primeros heridos. 'Nadie nos ayudaba', dijo un residente en la zona a un periodista de la BBC. EE UU desplegó tropas de operaciones especiales poco después de la operación.
En la base aérea que EE UU mantiene en Bagram, al norte de Kabul, un portavoz militar reconoció que recibía en ese momento 'opiniones muy diferentes sobre lo que ha pasado', dijo Roger King. Otro portavoz militar en Washington, Jeff Davis, aseguró que 'al menos una bomba se perdió'. 'No sabemos dónde cayó', añadió el portavoz militar.
Un superviviente que estaba siendo atendido en el hospital Mir Wais, de la ciudad de Kandahar, aseguró que, después de los disparos de la batería antiaérea contra los aparatos estadounidenses, varios soldados norteamericanos recorrieron la ciudad pidiendo explicaciones sobre 'quién había disparado contra el helicóptero'. 'Les dije que no lo sabía y uno de ellos quería atarme las manos, pero alguien le dijo que soy sólo un viejo, y me dejaron marchar', contó Abdul Qayyum a varios periodistas.
No es el primer bombardeo por error de Estados Unidos contra objetivos civiles. En enero, tropas especiales de EE UU mataron a 21 afganos en la misma provincia en la que ayer ocurrió este incidente. El Pentágono reconoció después que ninguna de las víctimas era talibán o miembro de Al Qaeda, pero defendió su actuación porque, supuestamente, sus soldados sólo dispararon tras ser atacados.
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