Richard Tuttle se retira con dos proyectos en Santiago y Oporto

CENTER y Memento, las exposiciones simultáneas que Richard Tuttle presenta en Santiago de Compostela y Oporto, respectivamente, pueden convertirse en el último proyecto creativo del artista norteamericano, que a partir de ahora dejará en manos de los historiadores del arte la tarea de recopilar sus obras para mostrarlas al público. La decisión, anunciada por Tuttle durante la presentación de su exposición en Santiago, es coherente con la trayectoría de un artista en búsqueda permanente y que nunca llega a conclusiones absolutas.

Ante los rostros atónitos de sus acompañantes en la rueda de prensa que ofreció el jueves en el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) de Santiago, Tuttle terminó su intervención después del inesperado anuncio de su retirada creativa y emprendió rumbo a la costa para ver el mar, su obsesión después de semanas de duro esfuerzo en el montaje de ambas exposiciones. Antes de marcharse, el artista se refirió a su concepción 'fatalista' del arte y a su interés por la energía que se refleja en la vertiente espiritual de sus piezas.

La exposición del CGAC responde al planteamiento habitual de Tuttle de dar a sus obras un componente experimental. Al igual que sucede con la muestra de Oporto, el espacio físico determina en gran medida la presentación de los trabajos. El hilo conductor en CENTER lo forman veinte vitrinas dispuestas en espiral que contienen una selección de la extensa obra impresa del artista. Alrededor de las vitrinas están instaladas dos series de pequeños cuadros recientes. Cinco esculturas verticales realizadas especialmente para ese espacio completan la muestra.

Como es habitual en su trayectoria, las obras exhibidas en Santiago no permiten clasificar a Tuttle como pintor, escultor o dibujante. El único denominador común es el uso de formatos reducidos y de materiales 'pobres', como el papel, la goma, el contrachapado y el alambre, que actúan como contrapeso a la solemnidad de los espacios del museo diseñados por Álvaro Siza.