La foto de un bebé disfrazado de 'kamikaze' conmociona Israel
Israelíes y palestinos se enzarzaron ayer en una polémica provocada por la fotografía de un pequeño de ocho meses, disfrazado con un atuendo de terrorista suicida. La foto había sido supuestamente localizada por las fuerzas del Ejército en un domicilio de Hebrón, durante un registro y publicada en la prensa israelí, como ejemplo de la 'campaña de incitación y odio de la Autoridad Nacional Palestina'. Los padres de la criatura aseguraban ayer que se trataba de un 'juego', similar al practicado por muchos niños palestinos, que se disfrazan con atuendos de guerrilleros o de suicidas.
Saeb Erekat, el ministro de Comunidades Locales, salió ayer al paso de la polémica para afirmar que se 'trata de una mentira' y recordar que en los últimos días las tropas israelíes habían matado a seis niños palestinos.
Los soldados y los carros blindados israelíes continuaban ayer, por cuarto día consecutivo, asediando la sede del gobernador palestino de Hebrón, en cuyo interior se encuentra atrincherado un número no determinado de policías y de militantes de las organizaciones radicales Tanzim y Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. Varios soldados penetraron anoche en el edificio, según informó France Presse. Los carros de combate se habían acercado y poco después se vieron luces en el interior de la sede del gobernador.
Un mediador palestino, el ex ministro Talal Sadr, entró ayer en el interior del edificio para tratar de convencer a los agentes de seguridad para que se rindieran a las tropas israelíes. Pero el emisario salió con las manos vacías, alegando sorprendentemente que no había podido hablar con nadie, aunque añadió que los funcionarios ofrecen como posibilidad, para dejar el asedio, la de ser trasladados a Gaza, en una operación similar a la pactada meses atrás en el asedio de la basílica de la Natividad de Belén.
El Ejército israelí, que anunció ayer estar dispuesto a prolongar el asedio del edificio 'todo el tiempo que fuera necesario', ha impedido en las últimas horas que un representante de la Cruz Roja Internacional o de la Unión Europea mediara en el conflicto. Por otra parte, las tropas mantienen la ciudad bajo toque de queda y han declarado la región zona militar cerrada, vetando así la entrada de la prensa.
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