Unas viviendas de dos jóvenes arquitectos ganan el Premio FAD
Dos viviendas unifamiliares, las casas M&M, situadas en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), han ganado el Premio FAD de arquitectura. Obra de los jóvenes arquitectos José Miguel Roldán Andrade y Mercè Berengué Iglesias, estas casas, encargadas por dos familias de profesores universitarios, han sido consideradas la obra arquitectónica más significativa de entre las 18 finalistas que concurrían a este galardón, que concede anualmente la entidad barcelonesa Fomento de las Artes Decorativas (FAD).
El presidente del jurado, José Martínez Lapeña, destacó el carácter 'modesto' en cuanto a envergadura de la mayoría de las obras finalistas y también el hecho de que ha habido un alto porcentaje de obras presentadas por arquitectos de una media de edad de 40 años, lo que demuestra, a su juicio,que 'hay una nueva generación que empieza a madurar y garantiza la calidad futura de la arquitectura española'. Además de Martínez Lapeña, integraban el jurado de esta edición Carles Muro, Lluís Casals, Francesc Figueras, José Ramón Sierra, Marta Ventós, Ferran Pelegrina y Jon Montero.
'Ex aequo' para Miralles
Montero señaló ayer el carácter minimalista de la mayoría de las obras premiadas y comentó que el jurado ha intentado rehuir la arquitectura que opta por los 'gestos innecesarios'. Con todo, tampoco se ha minusvalorado el gesto arquitectónico como fórmula para enfrentarse a un espacio difícil. En este sentido, en el apartado de espacios exteriores el premio se ha concedido ex aequo a dos intervenciones muy dispares, pero que, a juicio de Martínez Lapeña, mantienen 'la misma actitud de valorar el lugar en el que actúan'. Comparten este premio el conocido Parque de los Colores de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, en Mollet del Vallès (Barcelona), y el estadio de atletismo Tussols-Basil, de Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta, en Olot (Girona). 'En el caso del estadio de Olot es una intervención sensible, brillante y minimalista en el espacio natural de un bosque, y en el caso del parque de Mollet se trataba de crear un espacio urbano en una ciudad de la periferia barcelonesa que intenta imponerse al caos del lugar de manera radical para convertirse en punto de referencia en este conjunto informe', señaló el presidente del jurado.
En el apartado de interiorismo, el premio ha recaído en la restauración, calificada de sutil y respetuosa por el jurado, del Palau Can Gomis, un edificio del siglo XVIII situado en el barrio Gótico de Barcelona, que ha sido rehabilitado por Mercè Zacurca y Josep Gorges. La intervención arquitectónica proyectada por la ONG Arquitectos Sin Fronteras en el Festival de Áfricas, celebrado en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, ha recibido el premio en el apartado de espacios efímeros.
Los premios se entregaron ayer en Barcelona en la sede del FAD, en donde se presenta también hasta el 5 de julio una exposición fotográfica de las obras seleccionadas. Esta muestra viajará después a Vitoria y Tarragona.
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