Mondadori publicará las memorias de Gabriel García Márquez en octubre

Dicen los editores que ha sido una de las subastas más duras de los últimos tiempos. Uno a uno, los principales grupos y editoriales españoles se han ido retirando. Finalmente, ha sido Mondadori, de Random House Mondadori (el poderosísimo Grupo Bertelsmann) la que se ha llevado el gato al agua. Aunque nadie quiere dar cifras, una fuente de la editorial dice que han pagado 'millones de euros'. Además, el grupo ha contratado los derechos de toda la obra de García Márquez en la misma operación. Mondadori, que dirige Claudio López Lamadrid, ha conseguido los derechos para publicar en España (Areté) y en el Cono Sur (Sudamericana) el primer volumen de las memorias del premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez, Vivir para contarlo, que aparecerá en octubre.

En este primer tomo, Gabriel García Márquez (Aracataca, Colombia, 1928) cuenta la vida de sus abuelos maternos, los amores de su padre y de su madre y finaliza en 1955, año en que el escritor publica su primera novela, La hojarasca. Incluye también su primera estancia en Europa, adonde viajó como corresponsal del periódico colombiano El Espectador.

La buena noticia llega a España en uno de los momentos más tristes de García Márquez por la reciente muerte de su madre, Luis Santiaga Márquez Iguarán, una de las mujeres de su vida, a la que dedica un amplio espacio en este libro.

Dice de ella en uno de los capítulos, que avanzó EL PAÍS el 28 de enero de 2001: 'Mi madre se hizo mujer en aquel moridero. Había crecido en una infancia incierta de fiebres tercianas, pero cuando se curó de la última fue del todo y para siempre, con una salud de cemento armado que le permitió celebrar los 95 años con 11 hijos suyos y cuatro más de su esposo, y con 66 nietos, 73 bisnietos y cinco tataranietos. Sin contar los que nunca se supieron'.

Dos volúmenes más

Le seguirán otros dos volúmenes con fecha aún por determinar. El segundo se centrará en episodios de su vida y cronológicamente llegará hasta la publicación de Cien años de soledad. La parte principal del tercer tomo estará dedicada a personajes que ha conocido, entre ellos, seis o siete presidentes de diferentes países. Vivir para contarlo llevará un revelador epígrafe: 'La vida de uno no es lo que sucedió, sino lo que uno recuerda y cómo lo recuerda'.

Gabo lleva mucho tiempo trabajando en sus memorias. De hecho, empezó a redactarlas en 1989, después de la publicación de El general en su laberinto. No las escribió siguiendo un orden cronológico sino como capítulos independientes. Trabajó en ellas entre libro y libro. El último que apareció fue Noticia de un secuestro (1995), y se ha dedicado más intensamente a raíz de su enfermedad, un cáncer linfático que le fue diagnosticado en 1998 y del que se ha recuperado, aunque ha cambiado bastante su ritmo de vida. Como él mismo declaró en diciembre de 2000 al diario colombiano Tiempo: 'Desconecté el teléfono, cancelé los viajes y toda clase de compromisos pendientes y futuros, y me encerré a escribir todos los días sin interrupción desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde'.

García Márquez leyó el primer capítulo de Vivir para contarlo en Ciudad de México el 21 de marzo de 1998 y EL PÁÍS lo reprodujo al día siguiente. Los amantes de las hemorotecas probablemente podrán detectar algunos cambios entre las dos prepublicaciones adelantadas por este periódico y el libro que aparecerá en octubre. Pero que nadie se preocupe, es el sistema de trabajo de Gabo, que corrige y revisa sus textos casi hasta la extenuación. Estaba previsto que Vivir para contarlo apareciera el año pasado pero el escritor lo ha retrasado precisamente por su afán de corregir. La primera versión del primer volumen tenía 1.000 páginas, que el propio escritor redujo a 800. En la edición tipográfica los 800 folios del original quedarán en 600 páginas. Uno de los trabajos de estas memorias que más tiempo le ha llevado ha sido su ordenación.

García Márquez no viajará con toda seguridad a España para hablar de su libro, algo que nunca le ha gustado. Además, el escritor anunció en marzo de 2001 que no volvería a nuestro país mientras el Gobierno de Aznar exija visado a los colombianos, algo que a él le parece un 'despropósito' y que no acepta. García Márquez firmó una carta dirigida al presidente Aznar en ese sentido junto a otros cinco escritores colombianos (Álvaro Mutis, Fernando Vallejo, William Ospina, Darío Jaramillo y Héctor Abad Faciolince) y el pintor y escultor Fernando Botero. A ello se añade que no quiere hacer viajes largos que le interrumpan su trabajo. Continúa con sus memorias y tiene ya casi listos dos cuentos de amor.