El congreso pide una política de Estado para el libro

A veces parece que el tiempo no pase, que todo siga igual. En el 3º Congreso Nacional de Editores, hace dos años en Bilbao, los congresistas pidieron con voz alta una política integral para el libro. Ayer, en la inaguración del 4º congreso, en Valencia, volvieron a la carga. 'Queremos una política estatal para el libro, más allá de acciones acertadas, incluso meritorias, y abordando de una vez omisiones injustificadas, es necesario elevar el tiro y formular y acometer una política más integral y ambiciosa que extienda el uso de la lectura, facilite más el acceso de los ciudadanos al libro y potencie la acción cultural en el exterior', dijo el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Emiliano Martínez.

Martínez reclamó una mayor implicación de la Administración en el control de las fotocopias ilegales, 'muchas de las cuales se hacen bajo su jurisdicción'. Exigió asimismo una actualización de la Ley de Propiedad Intelectual y que la Ley del Mecenazgo contemple las donaciones de fondos a bibliotecas públicas.

Entre las 'omisiones', el presidente de la Federación de Gremios destacó el caso de las bibliotecas públicas. 'El esfuerzo realizado en las últimas décadas en incrementar el número es relativamente satisfactorio. El colectivo de bibliotecarios es positivo. El eslabón que falla es la dotación de fondos vivos, de las miles y miles de novedades que se publican', afirmó. 'Me permitirán que hable en pesetas y no en euros, porque es muy significativo: la dotación es de 75 pesetas por habitante y año. ¡Menos ladrillos y más piedras!'.

Diversidad

El 4º Congreso Nacional de Editores, que se desarrolla bajo el lema de Editar para hoy, editar para el futuro, aborda los problemas y desafíos a que se enfrenta la industria editorial. 'Siempre me dicen que hacemos muchos libros y es cierto', señaló Martínez, 'pero ese exceso es señal de diversidad: en los catálogos hay escritores iberoamericanos, traducciones, libros de todos los idiomas del Estado, libros de autoayuda... Esa diversidad temática y de autores enriquece y ofrece un mejor servicio a los lectores'.

El secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, dio datos de la edición: 'La industria editorial es poderosa. Representa el 0,5% del producto interior bruto. El pasado año', añadió, 'se editaron 67.000 títulos y en 2000 se facturaron 2.524 millones de euros (420.000 millones de pesetas). Hay una oferta de gran calidad y el reto es ganar nuevos lectores'. De Cuenca declaró que en la promoción de la lectura el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte 'está trabajando hombro con hombro' con los editores.