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Reportaje:LAGUNAS DE ALCAUDETE | EXCURSIONES

Oasis en la llanura

Las lagunas de Alcaudete ofrecen uno de los escasísimos paisajes húmedos de la provincia de Jaén

La malvasía, un pato buceador que obtiene su alimento en las profundidades del agua, es la especie responsable de que se hayan declarado reservas naturales las lagunas de Alcaudete, en la sierra Sur de Jaén. Laguna Honda y Laguna del Chinche, muy cercanas entre sí, son humedales que se intenta que sirvan para que el hábitat de esta especie tenga en la provincia de Jaén una continuidad desde las lagunas de Málaga y Córdoba. Hace años estas aves eran relativamente frecuentes, pero en el censo de 1999 no se consiguió contabilizar en esa zona de la provincia de Jaén, aunque en 2000 se avistaron algunas. Desde 1989 estos humedales están protegidos para que su población aumente.

Laguna Honda tiene una extensión de 12 hectáreas que suponen un refugio para la avifauna y un oasis para la vista de quienes se dirigen hacia esta zona de la provincia de Jaén, cuajada de olivos. Además de esta extensión, hay otras 145 hectáreas en las que se mantiene un espacio de protección donde todavía se pueden ver algunas de las especies vegetales que han ido desapareciendo de los campos de Jaén para dejar paso al cultivo del olivar. Laguna del Chinche es casi la mitad de la primera; cinco hectáreas más un espacio protegido de 124.

Torpes y rápidos

Estas lagunas forman parte de los escasos lugares húmedos de Jaén. Por sus orillas han paseado con dificultad estos patos que en tierra se manejan con torpeza y falta de agilidad, a las que les cuesta arrancar el vuelo, pero que cuando lo consiguen tras realizar un largo recorrido por la superficie del agua alcanzan una sorprendente velocidad.

La vegetación de la zona, muy transformada ya por la agricultura, esconde a otras muchas aves acuáticas como las ánades reales, la focha común, o los flamencos, que han utilizado estas reservas de agua para descansar en las migraciones que realizan cada año.

La protección de las dos lagunas han propiciado una ruta turística que se realiza a pie en menos de tres horas por un camino prácticamente llano que tiene su única dificultad en el cruce por una carretera nacional. Agua, unos prismáticos y cámara de fotos son el único material imprescindible para comenzar un recorrido que se inicia en la localidad de Alcaudete en dirección hasta la carretera de Córdoba, hasta llegar a la antigua estación de ferrocarril.

La primera laguna llega tras media hora de recorrido a pie. Antes de empezar a ver el agua lo que se encuentra por el camino son tierras de labranza. Por eso contrasta el reflejo del humedal en el que las tierras de labor casi entran directamente.

El camino que se recorre forma parte de la historia de la Sierra Sur, en la que a lo largo de siglos convivieron los reinos de Granada y Jaén. Son lugares cuajados de leyendas, de historias y de caseríos, las construcciones agrícolas que ahora acogen a jornaleros de la aceituna durante los inviernos o permanecen abandonadas y medio derruidas en otros muchos casos.

Casas agrícolas

Uno de los cortijos se encuentra en la ruta de las lagunas. Se trata del cortijo del Chinche, desde el que nuevamente se divisa el agua del segundo humedal. Estas casas agrícolas resaltan en el conjunto del paisaje de la provincia de Jaén, los olivos rodean a lo que fueron viviendas blancas de cal.

El trazado de la ruta de las lagunas enlaza con la Vía Verde del Aceite, inaugurada hace un año con la intención de recuperar el camino de un antiguo tren que recorría la provincia. La estación de ferrocarril que se encuentra en este camino se convierte en una excelente plataforma desde la que divisar tanto el paisaje de campiña como el vuelo de las aves que aprovechan las lagunas de las estribaciones de esta sierra en la que el olivo ha sustituido a los robles.

Desde que en 1989 las dos lagunas de la Sierra Sur disfrutan de una especial protección se han sometido a distintos planes que pretenden una mayor recuperación del entorno con el objetivo de que se pueda regenerar la orla vegetal que las rodeaba, erradicar la caza furtiva y en recuperar estas zonas como lugares de anidamiento y refugio. Las espadañas, los juncos y los carrizos tendrían que recuperar protagonismo en los humedales que configuran estas dos lagunas.

Aceite y arqueología

- Dónde: N-432 hasta Alcaudete, localidad situada a 48 kilómetros de la capital. Desde ahí se toma la comarcal a la antigua estación, que poco después se abandona (kilómetro 2,3) por un carril de tierra a la derecha. Nada más coronar un altozano (kilómetro 3,2), surge una bifurcación. A la derecha se desciende para desembocar en un cruce. La ruta gira entonces a la izquierda y, pasado un cortijo en ruinas, enlaza con la plataforma de la Vía Verde del Aceite. - Cuándo: Las lagunas tienen su época de mayor auge durante los meses de invierno, cuando las lluvias hacen que aparezcan con más agua que en ningún otro momento del año. Durante los meses en los que las aves realizan sus viajes migratorios la ruta se convierte en un escenario para verlas en el cielo. - Alrededores: La localidad de Alcaudete tiene más de 200 asentamientos arqueológicos inventariados dentro de su término municipal. El pueblo, con más de 11.000 habitantes, se siente orgulloso de la iglesia de Santa María. Es de estilo gótico mudéjar y tiene dos portadas platerescas. También merece una visita el castillo, de la orden de Calatrava construido entre los siglos XIII y XIV. - Y qué más: La página de Diputación www.promojaen.es ofrece datos de la Sierra Sur, así como la página específica sobre esta zona, que se puede ver en la dirección www.sierrasurdejaen.com.

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