Aznar cambia su estrategia a dos días del paro y ofrece ahora 'mano tendida'
El presidente del Gobierno ha cambiado de estrategia para enfrentarse a su primera huelga general a sólo dos días del paro convocado por CC OO y UGT. José María Aznar aprovechó ayer el final de su intervención ante la Junta Directiva Nacional del PP para preguntarse en voz alta ¿Qué pasará el día 21 de junio?. Se contestó que el día después de la huelga, su Gobierno seguirá 'tan legitimado' como hace seis meses para promover las reformas que crea necesarias con el objetivo de mejorar el bienestar del país. Pero también ratificó que en la jornada posterior a la huelga ofrecerá 'diálogo abierto y mano tendida' a los sindicatos para recomponer la paz social que tantos frutos y mejoras proporcionó a su Ejecutivo en la primera legislatura.
¿Quiere decir eso que Aznar está dispuesto a ceder y negociar cambios en la reforma con los sindicatos? Claro que no, contestaron varios dirigentes del PP. El presidente presumió ayer, con un talante más componedor que el de las últimas semanas, de los avances logrados hasta ahora con la política de pactos en materias como el terrorismo, la justicia o la reforma laboral. Pero Aznar matizó rápidamente que no le preocupa que le llamen 'prepotente sino que realmente lo fuera'. Es decir, no hace autocrítica de sus maneras. Sólo anuncia una mano tendida teórica para no calentar más el ambiente antes del paro.
Aznar corroboró ante la directiva del PP que su Gobierno tiene toda la legitimidad democrática por los votos obtenidos para aplicar las políticas que considere oportunas y 'mantener el impulso reformista'. Algo que continuará haciendo en los próximos años. Y aunque Aznar admitió el derecho a la huelga se interrogó sobre lo bueno que sería escuchar en estos días previos al paro de los responsables sindicales su preocupación porque se cumpliese también el derecho al trabajo de quienes lo quieran ejercer.
El presidente ensalzó, en ese sentido, que la cita de Sevilla que se celebrará el día 21 para clausurar el semestre de la presidencia española de la Unión Europea será la última 'cumbre periférica' fuera de Bruselas. Razón a la que se sumó el secretario general del PP, Javier Arenas, para arremeter contra el PSOE por ser el promotor de ese paro que daña el interés de España, de Sevilla 'y de los trabajadores, que perderán unas 13.000 pesetas de media'. El vicepresidente Rodrigo Rato valoró en su discurso que la presidencia española, además de implantar el euro, pasará a la historia por aplicar reformas laborales para toda la UE.
