Ruiz-Gallardón quiere cambiar al alcalde 'La Peineta' por el Palacio de Deportes

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, ha propuesto al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, permutar los derechos que la Comunidad tiene sobre el estadio de La Peineta por los del Palacio de los Deportes, que es municipal. La idea de Ruiz-Gallardón es ceder el estadio al Consistorio al menos hasta 2012, para que el alcalde lo incluya en el proyecto olímpico, y quedarse a cambio, hasta ese año, con el control sobre el Palacio, que fue devastado por un fuego en 2001 y que la Comunidad está reconstruyendo. El Gobierno tampoco ve con malos ojos que la permuta sea permanente.

El coste de la reforma del Palacio se ha disparado hasta duplicar el presupuesto inicial

El Ayuntamiento necesita un gran estadio que avale su proyecto olímpico para 2012

La propuesta ya planteada oficialmente por Alberto Ruiz-Gallardón a José María Álvarez del Manzano ha sido 'muy bien recibida' por éste, según fuentes del Gobierno regional, aunque todavía no ha llegado una respuesta del Consistorio. En la Oficina Madrid 2012 -organismo que prepara la candidatura madrileña a sede de los Juegos Olímpicos de ese año- también se está estudiando esta permuta con gran interés, ya que en torno al área de La Peineta está previsto levantar el anillo olímpico que la ciudad presentará ante el Comité Olímpico Internacional (COI).

El Gobierno regional pretende con este cambio rentabilizar los más de 48 millones de euros que va a costar la ya iniciada reconstrucción del Palacio de los Deportes, destruido por un incendio el 28 de junio del año pasado. Porque, en cualquier caso, el Ejecutivo tiene que devolver ese polideportivo al Ayuntamiento en 2006. Por su parte, el Consistorio, si finalmente acepta la oferta de permuta, se quedaría con La Peineta, el estadio que tanto necesita para su proyecto olímpico.

El Estadio de Atletismo de la Comunidad, conocido como La Peineta, comenzó a construirse en 1992 en pleno auge olímpico de Barcelona. El Gobierno regional, entonces gobernado por el PSOE, quiso que la capital contase también con un gran campo. Lo ubicó en el distrito de Canillejas, y para diseñarlo contrató a los conocidos arquitectos Antonio Ortiz y Antonio Cruz. Ambos habían proyectado ya el Estadio Olímpico de Sevilla.

La Peineta, levantada sobre una parcela de 120 hectáreas, costó 6.900 millones de pesetas (41,5 millones de euros), de los cuales 840 millones fueron desembolsados por el Consejo Superior de Deportes. El estadio está llamado a ser la pieza clave de un complejo que con el tiempo podría convertirse en el escenario de unos Juegos Olímpicos. Sin embargo, es un recinto poco utilizado por los deportistas y apenas ha logrado acoger grandes acontecimientos. Además, sufre graves problemas de deterioro en las zonas urbanizadas.

Antonio Ortiz recibió en 1997 el encargo de diseñar un cierre para el estadio -actualmente sólo hay una grada para, aproximadamente, 20.000 espectadores-, pero el proyecto nunca se concretó. Ahora, los arquitectos han retomado ese plan por encargo de la Oficina Olímpica Madrid 2012. Según fuentes cercanas al proyecto, el primer boceto estará listo el próximo mes. La idea es que la instalación pase de las 20.000 localidades actuales a 75.000 (el mínimo exigido para acoger unos Juegos). Esta ampliación costaría 150 millones de euros y supondría dos años de obras.

Los terrenos sobre los que se levanta el estadio de atletismo son de relleno y ricos en sepiolita, un mineral muy frágil y poroso, lo que hace difícil edificar sobre él. Por ello, las primeras obras de construcción se complicaron. El proyecto se encareció, ya que hubo que levantar una enorme grada de 35 metros de altura y cinco millones de kilos de hormigón. Fue necesario pilotar a 40 metros de profundidad (seis millones de euros de presupuesto extra) para sostener con garantías La Peineta.

El Palacio de los Deportes no forma parte de las instalaciones olímpicas previstas para Madrid 2012. La titularidad es del Ayuntamiento, pero la gestión la tiene la Comunidad de Madrid hasta 2006. Tras las obras de reforma, su capacidad se multiplicará: si antes podía acoger 8.000 almas, con el nuevo diseño tendrá aforo para 16.000 personas en conciertos, 13.500 en competiciones deportivas y 6.000 en atletismo.

La reforma prevé una pista de atletismo de 200 metros de cuerda y seis calles -antes tenía cuatro- y ocho calles para pruebas de velocidad -antes eran seis-. Este espacio se ganará a costa del velódromo, que desaparece. Bajo la pista serán construidas dos plantas de aparcamiento con 480 plazas, y en el interior del edificio quedará espacio para unas dependencias de 2.800 metros cuadrados de superficie en las que habrá un centro médico. El techo destruido por el fuego será sustituido por una gran cubierta longitudinal de acero, que, además, dejará espacio para una nueva grada y resolverá los problemas de acústica de la anterior gracias a su forma curva y a sus paneles interiores. La inclusión del citado estacionamiento bajo las pistas es lo que ha hecho aumentar, según Ruiz-Gallardón, el presupuesto inicial de la obra, que ha ido ascendiendo de los poco más de 4.500 millones de pesetas iniciales a los 8.000 de ahora (48 millones de euros).

La imagen exterior del pabellón no cambiará mucho. Se mantendrán las estructuras que conforman las fachadas de la plaza de Salvador Dalí, de la avenida de Felipe II y de la calle de Jorge Juan. Dentro del recinto desaparecerá el velódromo y se dará más protagonismo a la pista de atletismo. Sobre esta pista se levantará, además, una gran cubierta longitudinal. Esta variación, según los arquitectos, permitirá mejorar la acústica del recinto y construir un nuevo graderío alto y con palcos.

La cubierta interior estará dotada de pasarelas para permitir la ubicación de instalaciones de ventilación, luz y sonido, con el fin de servir de apoyo técnico para escenarios, iluminación, pantallas de vídeo y marcadores. Todo ello se completará con un falso techo acústico móvil con paneles dirigibles hacia el escenario que mejorarán la acústica en los conciertos.

El consejero de Hacienda, Juan Bravo, anunció el pasado mayo que en 16 meses estarían acabadas las obras de reconstrucción del Palacio de los Deportes. Bravo reconoció que el presupuesto inicial se había disparado hasta algo más de 48 millones de euros (casi el doble de lo inicialmente previsto); sin embargo, rechazó las críticas de la oposición, basadas en un informe del Colegio de Arquitectos que denunciaba diversas carencias en el nuevo proyecto. El titular de Hacienda aseguró que los problemas relacionados con la seguridad, la evacuación o la visibilidad ya estaban siendo solventados.