El rechazo de maquinistas y pilotos siembra dudas sobre los efectos de la convocatoria

La falta de acuerdo para fijar los servicios mínimos y los diferentes apoyos y rechazos que suscita la huelga en sectores esenciales han convertido el 20-J en una incógnita. En transportes, el Ministerio de Fomento impondrá hoy unos servicios mínimos que los sindicatos consideran abusivos. Además, colectivos clave como los maquinistas o los pilotos se han descolgado de la convocatoria, aunque, en la práctica, dependerán de otros profesionales para realizar su trabajo. En la Administración pública, los sindicatos confían en un seguimiento masivo del paro.

La distancia abismal entre las posturas del Gobierno y de los sindicatos y las divergencias de algunos colectivos con la huelga añaden incertidumbre al panorama que encontrará el ciudadano en algunos servicios esenciales el 20 de junio:

- Renfe. Con la propuesta que el Ministerio de Fomento trasladó el viernes a los sindicatos (cuatro AVE, un 25% del servicio de cercanías y 16 trenes entre diferentes capitales), el conflicto parecía garantizado. Sin embargo, el acercamiento que se logró ayer y que limita los servicios mínimos del ferrocarril a sólo las cercanías en las grandes ciudades reduce considerablemente las posibilidades de enfrentamiento. Además, el principal sindicato de maquinistas, el Semaf, rechaza la huelga. Esta organización representa al 70% de los 5.000 conductores de trenes que existen en España, aunque la respuesta de sus afiliados no tiene por qué responder al llamamiento oficial. El Semaf ha dejado libertad de elección a sus afiliados y ese sindicato reconoce que hay maquinistas que irán a la huelga. Además, la doble afiliación sindical es muy común entre los maquinistas, con lo que pueden elegir entre el dictado de UGT y CC OO o los del Semaf.

A las dudas sobre el seguimiento entre los maquinistas se suma otro elemento de incertidumbre: la presencia de un conductor no garantiza la salida del tren, sino que tienen que cumplirse otras condiciones que dependen de servicios como el de limpieza o de la tripulación. El Semaf espera que sus afiliados acudan a trabajar, porque, según su coordinador general, Juan Jesús García, los maquinistas 'están muy quejosos de las organizaciones sindicales convocantes' y no se sienten llamados al paro. No obstante, García reconoce: 'No queremos boicotear esta huelga'.

- Transporte aéreo. La propuesta del Ministerio de Fomento es extremadamente alejada a las pretensiones sindicales. Frente al enlace sólo con las islas y los servicios de urgencia y de seguridad que defendían UGT y CC OO, el Gobierno sugiere un 40% de conexiones insulares y con Ceuta y Melilla, un 20% en los vuelos entre ciudades que disten más de 500 kilómetros y un vuelo cuando la distancia no rebase los 500 kilómetros. Además, se considera imprescindible el control de la circulación aérea y todas las actividades de seguridad y de atención al pasajero. Los sindicatos consideran esta propuesta inadmisible.

También en navegación aérea se descuelgan colectivos clave. El sindicato más representativo de los 3.000 pilotos que existen en España, el SEPLA, no secundará el paro. No obstante, en este caso las dudas son menores, ya que los pilotos suelen atenerse a las decisiones de esta organización. Por el momento, el sindicato asegura que los pilotos de SEPLA-Iberia (alrededor del 50%) no acudirán a la huelga y para el resto se deja libertad de actuación. Tampoco los controladores se sumarán. Aunque la última decisión de si el vuelo despega la adopta el piloto, UGT y CC OO insisten en que la limpieza, la atención al pasajero y el suministro de combustible son esenciales para emprender el viaje. 'No me preocupa en absoluto la postura de los pilotos', aseguran fuentes sindicales.

- Administraciones públicas. Las conversaciones entre Gobierno y sindicatos para fijar los servicios mínimos se están realizando ministerio por ministerio, una fórmula que CC OO y UGT reprueban. Las centrales denuncian que en el Ministerio de Fomento se intente que trabajen entre 15 y 17 personas en las delegaciones periféricas. Frente a esa postura, proponen que permanezca un registro abierto por cada ministerio y provincia. Las organizaciones convocantes de la huelga representan al 65% de los funcionarios, mientras que la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), que no secundará el paro, aglutina el 9,87%. No obstante, UGT y CC OO confían en el éxito del 20-J: 'El personal público está muy quemado ya', señala UGT.