La producción de leche se controlará con un microprocesador

El Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas han puesto en marcha un plan para controlar el sector de la leche de vaca desde la producción a la distribución. La clave del plan es la entrega a cada ganadero de una tarjeta con un microporcesador donde figura inicialmente su cuota de producción. Tanto los primeros compradores como las industrias que hagan la recogida en origen, deberán disponer de los medios necesarios para controlar esas tarjetas. Cada entrega de leche que se haga se irá descontando de la misma y los ganaderos no la podrán utilizar cuando la tarjeta tenga su saldo de cuota cubierto. En esta tarjeta figurarán además otros datos sobre cada explotación como el tipo de leche entregada y de su calidad.

Para el subsecretario de Agricultura, Manuel Lamela, promotor de estos mecanismos de control, este sistema debería poner fin a los desajustes que se han producido en los últimos años, tanto en el cumplimiento de las cuotas como hasta en la calidad de los productos. Se pretende que su aplicación sea inmediata. Esta decisión sería la respuesta de la Administración a las denuncias sobre irregularidades en el sector por una parte de los productores.

Con la instalación de esta tarjeta, junto con los mecanismos de control que se aplicarán también a las entradas y salidas de fábrica, se cierra el círculo contra la comercialización de leches negras o sin cuota, que actualmente se cifran en unas 750.000 toneladas. En medios oficiales se estima que la intensificación de los mecanismos de control suponga la retirada de las industrias que operan en el mercado con leche sin cuota o que utilizan subproductos lácteos. Bruselas también ha indicado su decisión de intensificar los controles en España ante la existencia de excedentes a pesar de la baja demanda.

Fase experimental

Este plan se va a desarrollar de forma experimental entre un centenar de ganaderos y tres industrias, Leche Pascual, Queserías Ibéricas y la Cooperativa Alta Moreña. El coste de la tarjeta es de un euro y lo paga inicialmente la Administración. En el futuro, cuando se generalice el mecanismo, se pretende que sean las industrias quienes asuman el coste de esos mecanismos. El objetivo es que, tras unos meses de experimentación, se inicie su aplicación en todo el sector en los primeros meses de 2003 para estar efectivo la próxima campaña.

Según los responsables de Agricultura, no solamente se pretende una mejor gestión de las cuotas y evitar el descontrol de las mismas, sino también saber exactamente en cada momento cuál es el tipo de leche que se comercializa. Con este mecanismo, la Administración logrará un banco de datos completo del sector de la producción de leche, algo que no ha conseguido en la última década tras la aplicación de las cuotas y a pesar de los intentos para controlar a los primeros compradores.