Berlín y La Haya retrasan el diálogo sobre la ampliación

Las presiones de varios países contribuyentes netos en la UE, encabezados por Holanda y Alemania, impidieron ayer en la reunión de embajadores de los Quince en Bruselas que la Unión se comprometa en octubre próximo a desatascar el contencioso sobre si los países candidatos tendrán o no acceso a los pagos directos en agricultura, un tema clave que debía ser resuelto este semestre. España había propuesto que octubre fuera el límite temporal para alcanzar un acuerdo, pero el rechazo holandés y belga originó la desaparición de ese punto.

El contencioso, que será analizado el próximo lunes por el Consejo de Ministros de Asuntos Generales (titulares de Exteriores) en Luxemburgo, ha supuesto un bloqueo de las negociaciones y la imposibilidad de que España cumpla el objetivo pactado por los Quince de alcanzar este mes una posición común en el capítulo agrícola. Por eso, la presidencia española intentaba que al menos se lograra un compromiso de alcanzar ese acuerdo en la cumbre europea de octubre en Bruselas, pero La Haya y Berlín se han negado en redondo.

Contribuyentes netos

No fue ésta la única discrepancia entre los embajadores, que desde hace semanas no se ponen de acuerdo sobre cómo y quién pagará los costes de las operaciones militares que se desarrollarán en el futuro dentro de la Política de Seguridad y Defensa de la Unión Europea.

Una vez más, los países contribuyentes netos prefieren que cada país corra con sus gastos de traslado y mantenimiento de tropas y que apenas se toque el presupuesto comunitario.

La propuesta española para superar las discrepancias consiste en que los gastos del establecimiento de los cuarteles generales en los países a los que se desplacen tropas europeas correrán a cargo del presupuesto comunitario, mientras el transporte de tropas será analizado caso por caso y, en todo caso, cada país pagará el mantenimiento de sus soldados en la zona. En caso de que en un momento no haya dinero para este capítulo en las arcas comunitarias, cada país aportará una cantidad porcentual calculada de acuerdo con su respectivo producto nacional bruto. Sólo Italia mantuvo sus reservas y el problema también será abordado el lunes por los ministros de Exteriores.

En el capítulo de emigración, España sostuvo en la cita de los embajadores su propuesta de que puedan quedar en suspenso los acuerdos de cooperación con países que no colaboren con la UE en la lucha contra la inmigración ilegal, pese a la firme oposición de Francia y Suecia, entre otros.