Ocho muertos al estrellarse un helicóptero en Lleida en una revisión del tendido eléctrico
Varios testigos afirman que al aparato se le desprendió una pieza, que podría ser la cola
Ocho personas fallecieron ayer carbonizadas al estrellarse contra el suelo el helicóptero en el que viajaban a un kilómetro de la localidad de Torallola, en el término municipal de Conca de Dalt (Lleida). El aparato, contratado por la compañía eléctrica Fecsa-Endesa para revisar una línea de alta tensión que discurre por la provincia, se accidentó en extrañas circunstancias tras desprenderse una pieza del mismo, que, según diversos testigos, podría tratarse de la cola. Los fallecidos son los dos tripulantes del helicóptero, tres técnicos y tres miembros del Departamento de Industria de la Generalitat.
En un primer momento se informó de cuatro víctimas, más tarde de seis, pero finalmente los equipos de rescate de los bomberos de La Pobla de Segur confirmaron que habían fallecido carbonizados los ocho ocupantes, lo que dificultó sobremanera las tareas de reconocimiento de los cadáveres.
El helicóptero siniestrado, un Bell 205 de color rojo de la compañía Helieuropa Services, había despegado a las 9.20 del aeródromo de Sabadell con cuatro personas a bordo, los dos tripulantes y los técnicos, y se dirigió hacia Lleida, donde recogió a otras cuatro, entre ellas la delegada de Industria de la Generalitat en la provincia, Divina Esteve. El plan de vuelo era de cinco horas y tenía previsto regresar a la base a las 14.00. El aparato se dirigió entonces hacia la estación de esquí de Baqueira-Beret, donde inició un servicio rutinario consistente en efectuar un seguimiento de los puntos de calor de las líneas eléctricas de alta tensión con el fin de prevenir posibles incendios en verano.
Poco después de la una de la tarde, cuando el helicóptero acababa de sobrevolar el casco urbano de La Pobla de Segur en dirección a Tremp, tuvo lugar el inesperado suceso. En un primer momento se apuntó la posibilidad de que el aparato hubiera impactado contra una línea de alta tensión que pasa por las inmediaciones del lugar en el que se produjo el accidente, pero esta hipótesis quedó descartada más tarde cuando los bomberos comprobaron que el tendido eléctrico no había sufrido ningún desperfecto y que el helicóptero había caído a una distancia de más de 100 metros del mismo.
Sin embargo, varios testigos explicaron haber visto desprenderse una gran pieza de color rojo del aparato, que podría ser la cola, y que a continuación el helicóptero empezó a girar sobre sí mismo durante tres o cuatro segundos antes de impactar contra el suelo en un campo de almendros cercano a Torallola. El aparato se incendió y cuando los bomberos llegaron al lugar del accidente sólo encontraron un montón de hierros en llamas y a los ocho ocupantes carbonizados.
El juez de Tremp se desplazó al lugar del siniestro para proceder al levantamiento e identificación de los cadáveres, que sobre las seis de la tarde fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Lleida y al Hospital Provincial de Lleida, donde se constituyó un punto de información y de ayuda psicológica para los familiares de las víctimas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.