Nace una nueva receta contra el abuso de medicamentos

En menos de dos años, la Consejería de Sanidad podrá saber de forma inmediata si un médico se excede a la hora de prescribir determinadas presentaciones comerciales o supera la media de recetas de sus compañeros de los centros de salud. Estas son algunas de las posibilidades que ofrece el sistema de informatización de recetas que ya funciona en seis municipios y está destinado a poner coto al elevado gasto farmacéutico. Además, elimina los problemas de interpretación derivados de la mala caligrafía y permitirá ajustar las dosis de medicamentos.

Quizás el primer aspecto que noten los pacientes que reciben las recetas informatizadas sea su claridad. Al tratarse de una impresión informática, ya no será necesario descifrar la caligrafía del médico para identificar el medicamento. Pero tampoco habrá problemas para aclararse con la forma de tomarlo o la duración del tratamiento: el programa informático obliga al facultativo a incluir la posología en la receta. Otra de las novedades relativas a los aspectos formales está relacionada con la tinta de la impresión, verde o roja, según el régimen del paciente, activo o pensionista, respectivamente.

Pero más allá de las diferencias externas se encuentran las posibilidades que ofrece informatizar la información farmacéutica que el consejero de Sanidad, Serafín Castellano, presentó ayer en el centro de salud de Cheste acompañado de la alcaldesa, Sagrario Sánchez. Junto a los datos médicos, la receta, que quedará registrada en una base de datos informática, identificará al paciente y al médico. Este detalle es de gran importancia para el médico y Sanidad. Por un lado, el especialista que vuelva a tratar al enfermo, al abrir su ficha podrá observar los tratamientos administrados anteriormente. Además, Sanidad contará con un importante instrumento de control del gasto. Los inspectores de la consejería podrán ejercer un control mucho más sencillo sobre el gasto farmacéutico desde una doble vertiente: la del médico y la del paciente.

Al tratarse de un sistema que relaciona de forma individual a los facultativos con los tratamientos que prescriben, será mucho más sencillo observar qué médico supera la media de recetas de sus compañeros o si se inclina de forma sospechosa hacia determinados preparados comerciales. También se pondrá coto a los pequeños fraudes que motivan los propios pacientes. Ya sea a la hora de sobrecargar las cartillas de los pensionistas, asignando a sus cuentas medicamentos que consume el resto de la familia, o de solicitar un número de medicamentos por encima de las necesidades reales. El programa, que lleva 15 días en marcha en Villamarchante, Vall d'Alba, Alcora, Monforte del Cid y Agost, además de en Cheste, también permite ajustar las dosis y prescribir recetas para un periodo de tres meses, con lo que se evita la necesidad de tener que acudir repetidamente al centro de salud simplemente para seguir un tratamiento.