La letra del cine sale de la pantalla

Los cineastas han abandonado por unos días la oscuridad de las salas de cine para pasearse a plena luz por el Retiro madrileño. Directores como Agustín Díaz Yanes, Fernando Trueba, Fernando Méndez Leite o David Trueba han sido reclamados por editoriales y librerías para firmar sus obras en la Feria del Libro de Madrid. También se han prestado a apoyar este mercado emergente los jóvenes Víctor García León y Jonás Groucho, responsables del guión de Más pena que Gloria, película que se convirtió el año pasado en toda una agradable sorpresa en el panorama cinematográfico español.

¿Escritores antes que directores? ¿Es el guión un género literario? No son preguntas nuevas, aunque en esta edición de la Feria del Libro se han discutido con más fuerza en el curso de los debates que han tenido lugar. En lo que está de acuerdo todo el mundo es en que, técnicas cinematográficas o genialidades individuales aparte, lo más importante de una película es su guión, su escritura. 'Siempre he dicho que el cine lo considero literatura y, en este sentido, no concibo la literatura del siglo XX sin Billy Wilder, sin sus guiones como El apartamento, Perdición o El crepúsculo de los dioses', defiende Fernando Trueba.

'Lucía y el sexo', de Julio Medem, ha sido uno de los guiones más vendidos

Aunque el mercado de guiones está experimentando un crecimiento importante en nuestro país, todavía es un sector muy marginal. 'Un buen guión experimenta una mayor trascendencia con un libro', asegura Jesús Robles, dueño junto con su mujer, María Silveyro, de la librería y editorial Ocho y Medio, especializada en libros cinematográficos.

Esta editorial y Plot Ediciones, perteneciente a la familia Trueba, son las dos empresas que mayor número de guiones han publicado este año y saben que cuanto más éxito tiene la película en cuestión, mejor se vende el guión. La tirada media de un guión está en torno a los 1.000 o 2.000 ejemplares y la verdad es que cuesta venderlos. Y qué mejor ejemplo que el que pone Carlos Trueba, responsable de Plot Ediciones, sobre El apartamento, el guión de Wilder. 'Lo publicamos hace cuatro años con una tirada de 2.000 ejemplares y todavía no lo hemos terminado de vender. Este año, con la muerte reciente de Wilder, se está convirtiendo en uno de nuestros éxitos en esta feria', cuenta Carlos Trueba en su caseta del Retiro.

Pero, de vez en cuando, se producen sorpresas, y este año le ha tocado a Lucía y el sexo, el guión del realizador Julio Medem. De esta obra, Punto de Lectura ha vendido unos 14.000 ejemplares en edición de bolsillo, y Ocho y Medio, unos 1.500 en tapa dura. 'Medem tiene un tipo de público que es muy lector', explica María Sylveiro. Otro de los éxitos de la temporada ha sido el guión de Los otros, el filme de Alejandro Amenábar que se ha convertido en el más taquillero del cine español. El libro Los otros, editado por Ocho y Medio y la Fundación Autor, es más que un guión. El volumen incluye una larga entrevista con Amenábar, muchas fotografías y algunos secretos del rodaje de la película. De esta obra en tapa dura se han vendido unos 4.000 ejemplares.

En total, Ocho y Medio ha editado en su colección Espiral 17 guiones y tiene en preparación otros cinco, entre ellos 800 balas, de Álex de la Iglesia, y Los lunes al sol, de Fernando León, títulos todavía sin estrenar en los cines.

Dos son los títulos que ha editado recientemente Plot Ediciones, el de Más pena que Gloria y El embrujo de Shanghai, este último obra de Fernando Trueba. Su colección de guiones se llama Tal Cual y desde la aparición del primero en 1989 se han editado un total de 24. 'Compran más guiones los aficionados al cine que los que cursan algún tipo de estudios relacionados con el guión. 'Estos últimos lo que quieren son fórmulas, explicadas en pocas palabras y con sencillez, cuando para hacer buen cine hay que ver películas y leer guiones', asegura Carlos Trueba.

El embrujo de Shanghai, de Fernando Trueba, se ha encontrado en las librerías con otra versión de la misma novela de Juan Marsé, el guión firmado por Víctor Erice y publicado por Areté, con el título de La promesa de Shanghai.