Los sevillanos comienzan a padecer las severas medidas de seguridad por la cumbre europea

Las medidas de seguridad alrededor de la cumbre del Consejo Europeo comienzan a afectar la vida de los sevillanos. La Guardia Civil montó ayer controles de tráfico en prácticamente todas las vías de entrada a la capital andaluza. Los severos dispositivos causaron retenciones de varios kilómetros. Muchos de estos operativos tuvieron lugar alrededor del mediodía, cuando la temperatura rondaba los 37 grados. El Gobierno ha ordenado la suspensión temporal del acuerdo de Schengen y este tipo de operativos policiales se prolongarán por toda Andalucía, regiones limítrofes y fronteras hasta el día 22.

La suspensión parcial del acuerdo de Schengen sobre la libre circulación de personas en territorio de la Unión Europea ha comenzado con severos controles de tráfico en carreteras de toda España y la presencia de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía en los puestos fronterizos con Francia, especialmente en Girona. La suspensión temporal de Schengen a petición del Gobierno español se mantendrá hasta el próximo día 22.

Los dispositivos policiales fueron especialmente severos en las entradas de Sevilla, en donde la Guardia Civil colocó controles prácticamente todas las vías. Las retenciones llegaron a superar cinco kilómetros en alguna de las carreteras de acceso a la ciudad de mayor importancia y cientos de conductores permanecieron en el interior de sus automóviles hasta tres horas.

El momento de mayor intensidad tuvo lugar al mediodía, cuando la Guardia Civil instaló controles en todas las vías principales de acceso y muchas de las secundarias. La exhaustividad con la que los agentes registraban algunos de los automóviles e identificaban a sus ocupantes no sólo tuvo como consecuencia las largas colas, sino que molestó a muchos ciudadanos, que protestaron airadamente ante los agentes.

Aparte de los controles instalados al mediodía, al caer la noche también se montaron dispositivos de igual severidad y consecuencias, como por ejemplo, en la carretera de Málaga, en donde la caravana de vehículos rondó los cinco kilómetros.

Pero los controles no se circunscribieron a la capital andaluza. Así, la Guardia Civil montó operativos similares en otras provincias de Andalucía y de España, especialmente en las carreteras que conducen al sur.

Pero según los planes de seguridad elaborados para la cumbre del Consejo Europeo, esto no ha hecho más que empezar. De hecho, la vigilancia de las carreteras irá en aumento y afectará a diario a casi todas las provincias andaluzas. Según las hipótesis de trabajo que manejan la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, los grupos susceptibles de cobijarse tras las marchas ciudadanas de los días 20 y 22 para realizar actos violentos o de vandalismo, podrían haber llegado a Andalucía escalonadamente durante las últimas semanas. Por este motivo se ha extremado la vigilancia en las zonas costeras de Huelva y Cádiz, en donde hay un constante trasiego de visitantes de difícil control y seguimiento para las fuerzas de seguridad, ya que cambian de playa en playa y de cámping a cámping.

Dentro del casco urbano de Sevilla ya están levantados casi todos los perímetros de seguridad alrededor de los hoteles y distintas sedes que se utilizarán durante la cumbre. El pasado jueves comenzó el operativo especial de tráfico en la barriada de Sevilla Este, en donde está el Palacio de Congresos, sede de las reuniones de los altos cargos que acudirán a la cumbre.

Por otra parte, la zona de seguridad en torno al hotel Alfonso XIII, la Hispalense y la sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, el Palacio de San Telmo, quedará mañana cerrada al tráfico, excepto para autobuses urbanos y taxis.

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