1.000 millones de euros para el AVE

Más de 1.000 millones de euros (166.000 millones de pesetas) es el primer cálculo de las inversiones que supondrá el trazado del AVE en Barcelona. La estación de Sants y su entorno sufrirán una profunda transformación -empezando por el cubrimiento total de las vías, tanto de Renfe como del metro-, se construirá una estación en la confluencia de la calle de Mallorca con el paseo de Gràcia y la Sagrera será la gran estación intermodal a la que aspiraba el Ayuntamiento y el eje de un nuevo barrio, más denso de lo previsto. Así se acureda en los convenios firmados ayer entre las administraciones central, autonómica y local. Respecto a calendarios, la única fecha clara es la llegada del AVE en 2004 a la estación de Sants, cuya transformación deberá hacerse en tiempo récord.

Hubo foto de familia y a tres bandas: el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos; el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el consejero de Política Territorial, Felip Puig. Querían plasmar el acuerdo de las tres administraciones respecto al trazado definitivo de las vías y las estaciones que tendrá el tren de alta velocidad en Barcelona. Se trata de la concreción final de un protocolo de acuerdo al que habían llegado Fomento y el Ayuntamiento de Barcelona hace un año, cuando la Generalitat sólo estaba a título de observadora.

El acuerdo defintivo introduce importantes cambios respecto a aquel protocolo inicial, un concreta el presupuesto de las obras, que se sitúa en torno a 1.000 millones de euros, aunque ayer mismo algunos responsables políticos auguraban que será aún mayor. La firma de ayer supone el paso definitivo de los proyectos a su fase ejecutiva; es decir, la de verdad.

Del presupuesto total, 182 millones se dedicarán a la estación de Sants, a cubrir las vías de entrada a la ciudad y a la reforma urbanística del entorno; otros 217 millones a la construcción del túnel del tren de alta velocidad, que discurrirá finalmente por debajo de la calle de Mallorca y no por la de Aragó como se decidió en primera instancia. Parte de esa partida se destinará a la construcción de una nueva estación-apeadero en la confluencia del paseo de Gràcia con la calle de Mallorca. Por último, la parte del león se la llevan la estación de la Sagrera y la urbanización de todo su entorno, para lo que se calcula una inversión de unos 600 millones.

Las inversiones se realizarán de forma conjunta por las tres administraciones, pero las distintas aportaciones están todavía por determinar. De hecho, lo que firmaron ayer fue la creación de un consorcio interadministrativo cuya finalidad será coordinar y efectuar el seguimiento de todo lo relativo a la planificación, construcción y financiación de las infraestructuras ferroviarias necesarias para la llegada del AVE a Barcelona.

Fomento tendrá una representación del 34% en ese consorcio; la Generalitat, del 33%, y el Ayuntamiento de Barcelona, del restante 33%. Además, para afrontar las intervenciones de la Sagrera -que incluyen la nueva estación y la planificación urbanística que generará el cubrimiento de las vías-, las tres administraciones acordaron crear una sociedad en el plazo de dos meses. La participación económica de esa sociedad será de 600.000 euros y Fomento tendrá una participaciòn del 50%, el Ayuntamiento del 25% y la Generalitat de otro tanto.

El ministro Álvarez-Cascos apuntó que una de las cosas que deben determinarse a partir de ahora son los instrumentos de financiación de las inversiones. Sin embargo, ayer ya quedó claro que parte de ese sistema de financiación descansará sobre el aprovechamiento urbanístico del suelo liberado, en especial de los terrenos que rodearán la estación de la Sagrera, los de la propia instalación ferroviaria y también, aunque en menor medida, los que puedan obtenerse de la reforma de Sants. Todo ello obligará a modificar una vez más el Plan General Metropolitano, cambios con los que la Generalitat está esta vez de acuerdo.

La inversión estrictamente ferroviaria corresponde al Ministerio de Fomento; la Generalitat, por su parte, asumirá el coste del enlace de las líneas 4 y 9 del metro en la nueva estación de la Sagrera, y las estaciones de autobuses de Sants y de la Sagrera. De acuerdo con unos cálculos que el ministro hizo casi a vuelapluma, al Ayuntamiento de Barcelona le corresponderá invertir unos 400 millones de euros.

Conexión con Francia

Pese a tanta planificación, lo único que Álvarez-Cascos se vio capaz de garantizar ayer es que el AVE llegará a Sants en el año 2004. Pero no se quiso aventurar a dar ninguna fecha sobre el calendario de la conexión con la Sagrera y menos aún sobre la llegada del tren a la frontera francesa. Se refirió una y otra vez a la 'complejidad y la dificultad técnica de plasmar en realidades y proyectos los acuerdos adoptados', en especial el relativo a la Sagrera. Y añadió que la conexión con Francia es algo que se debe determinar 'de forma conjunta entre los dos países'.

Pese a esas inconcreciones que hacen muy difícil situar el horizonte temporal de la estación de la Sagrera, el ministro destacó que el acuerdo alcanzado era 'modélico' y similar al que se está llegando con los responsables de otras capitales para la integración del ferrocarril. Lo que pretende es 'no crear agravios comparativos' entre los territorios, dijo en relación con las críticas que se hacen desde distintos sectores sobre la inferioridad de condiciones de Barcelona en cuanto a la inversión en infraestructuras. Álvarez-Cascos agregó: 'Espero que esto desbloquee el espejismo de desencuentro que existe'.

El que sin duda estaba más satisfecho ayer era Clos, quien destacó el 'final feliz' que el acuerdo supone para la ciudad. A juicio del alcalde, se trata de un acuerdo 'histórico' que conseguirá cerrar el gran agujero de vías entre la Sagrera, Sant Andreu y Sant Martí. Significa, además, el crecimiento de la ciudad hacia el Levante, en línea con otros proyectos urbanísticos como el Fòrum 2004. El consejero de Política Territorial declaró que el acuerdo entre las tres administraciones aseguran la 'perfecta integración' del AVE en la ciudad, y añadió: 'Habrá, no solo una estación, la de Sants, sino tres: Sants, Gràcia y la Sagrera'.