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LA ALTA VELOCIDAD TRANSFORMA BARCELONA

Sigue el pulso por el aeropuerto

Frente a la detallada certeza que ayer adquirió el transito del AVE por la ciudad de Barcelona, sigue sin concretarse un paso previo: su conexión con el aeropuerto de Barcelona. Respecto a esta cuestión, que depende de un convenio al que deben llegar la Administración central y el Gobierno catalán, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, dijo ayer: 'Seguimos trabajando con la Generalitat en la solución de acceso al aeropuerto'.

Lo dijo mirando a su izquierda, donde estaba sentado el consejero de Política Territorial, Felip Puig. Y éste afirmó que confiaba en llegar a una solución definitiva sobre ese acceso en los próximos días. Matizó no obstante, que, al igual que ha ocurrido con el trazado del AVE en Barcelona, también se van a producir algunos cambios respecto a la idea inicial de enlace. 'Se han optimizado' tanto los recursos disponibles como las opciones, dijo.

Más información
1.000 millones de euros para el AVE

El 15 de febrero de 2001 el presidente Jordi Pujol y el ministro Álvarez-Cascos pactaron la llegada del AVE al aeropuerto, pero lo hicieron con concesiones por ambas partes. El ministro aceptó dotar al aeropuerto de alta velocidad, pero con la condición de no hacer llegar a El Prat la línea principal, sino un ramal secundario. Este ramal describirá un bucle y será utilizado solamente por un número escaso de trenes. La estación final del ramal se ubicará en la terminal aeroportuaria que aún se tiene que empezar a construir. Por su parte, Pujol tuvo que ceder en dos puntos: la estación del aeropuerto no estaría en la vía principal del AVE y la Generalitat asumía el coste del ramal para garantizar que esté terminado en 2004.

Sin embargo, el pacto firmado hace 16 meses tiene como inconveniente su alto coste. Pujol habló entonces de unos 18 millones de euros, pero los estudios realizados cifran la obra en 90 millones de euros por las fuertes inversiones que requiere el acondicionamiento del subsuelo de la zona, cantidad que podría reducirse si la línea principal del AVE llegara a la actual estación de tren del aeropuerto.

El pulso entre la Generalitat y Fomento tuvo otro episodio el 16 de mayo, cuando Felip Puig aseguró que había entregado a Fomento un borrador sobre la obra y el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, lo negó.

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