Créditos a los municipios para reducir el derroche de energía en la iluminación
El gasto en alumbrado público de los ayuntamientos, uno de los capítulos más onerosos de las administraciones locales, podrá reducirse hasta en un 20% si se acogen a una línea de crédito suscrita entre el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) y el ICO (Instituto de Crédito Oficial) para ganar eficiencia energética. Esta línea de crédito tiene un periodo de amortización de 10 años a un interés del 1,86%, dos puntos menos que el euroibor.
La ayuda económica está encaminada a reducir la contaminación lumínica de las ciudades y es un complemento a otro tipo de iniciativas que el IDAE pone en manos de los ayuntamientos para no malgastar energía.
Según Juan Antonio Alonso González, director de promoción del IDAE, el alumbrado público en España consume anualmente 4.700 Gigavatios/hora, lo que representa un 2,7% del consumo total eléctrico, y es responsable de la emisión anual a la atmósfera de 4.250.000 toneladas de CO2.
Para reducir esta doble carga contaminante (lumínica y de gases) el IDAE ha elaborado una propuesta de Ordenanza Municipal del Alumbrado Exterior que hizo pública ayer en el curso de la semana internacional del Urbanismo y Medio Ambiente que se celebra en el parque ferial Juan Carlos I de Madrid. Esta ordenanza modelo, redactada con la ayuda del catedrático de Derecho Administrativo, Alfredo Vallejo, pretende ser una herramienta de ayuda económica y técnica para los gestores municipales.
Alonso está convencido de que los ayuntamientos que se acojan a los créditos del ICO para cambiar el tipo de pantallas, las lámparas y la regulación lumínica los amortizarán con el ahorro en sus tarifas eléctricas, que representa entre un 50% y un 70% de sus gastos generales municipales.
Madrid, por ejemplo, gasta al año 12,6 millones de euros (2.100 millones de pesetas) en las 216.000 lámparas que iluminan la almendra central del municipio, donde viven 2,9 millones de personas. Barcelona utiliza 140.000 lámparas en su casco urbano, habitado por 1,6 millones de personas con un coste de 7,8 euros per cápita anual. En el caso de Valencia sus 750.000 residentes disponen de 60.000 lámparas con un gasto para el Ayuntamiento de cuatro millones de euros anuales. Zaragoza, en cambio, con 595.000 habitantes paga 2,7 millones por iluminar sus calles.
En esta ciudad el IDAE ha desarrollado un modelo urbanístico para que las 9.000 viviendas que se construyen en el barrio de Valdespartera consigan una ganancia del 60% en eficiencia energética frente a los pisos convencionales.
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