_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Amigo de opinar

El Arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo no suele esconderse, gusta de opinar y lo hace, a veces renunciando a la comodidad que supondría no hacerlo, o hacerlo ambiguamente. En medio de la que está cayendo sobre los obispos contra los que el gobierno, a propósito de la pastoral sobre la ley de partidos, ha conseguido poner a la inmensa mayoría de la sociedad, el obispo Amigo es preguntado y contesta sobre la huelga: 'Yo no veo que sea injusta'. Ahora sí que se ha pasado Carlos Amigo al considerar justo algo que, según el presidente del Gobierno, se hace contra España.

No es bueno que los obispos se metan en política, no es bueno que interfieran, no es bueno que si, por ejemplo, se está en la tramitación de una ley sobre el aborto o sobre el divorcio o sobre la libertad de enseñanza o sobre financiación de esa misma enseñanza o sobre la investigación con células madre, interfiera, trate de influir y consiga influir en el Gobierno hasta el punto de que las cosas pasen con arreglo a los obispales deseos. Cuando así intervienen los obispos, el Gobierno, sin embargo, no objeta nada, sino que se pone de acuerdo y legisla más o menos, más bien más, de acuerdo a la doctrina de la Iglesia católica. Pero el Gobierno lo quiere todo, por eso cuando los obispos osan llevarle la contraria en algo diciendo por ejemplo, como Carlos Amigo, que la huelga general no le parece injusta o sencillamente, manifestar sus dudas sobre los efectos de la ley de partidos, el Gobierno quiere que todo el mundo condene a los obispos, con los que, sin embargo, no dudará en seguir tratando sobre la financiación de la escuela privada, en manos mayoritariamente de los obispos. Los no católicos, se dirá, hacen lo mismo, protestan por las declaraciones de los obispos que no comulgan con su ideología y sin embargo aplauden aquellas que estén en línea con lo que ellos piensa. Así es la vida. Ahora bien, tampoco se podrá negar que son muchas más las veces que los obispos están de acuerdo con el Gobierno que en contra. Aunque sólo fuera por eso, no debería enfadarse tanto.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_