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Evacuada una base de EE UU en Uzbekistán al detectarse gas nervioso

La instalación perteneció al Ejército soviético

Enric González

Una base militar estadounidense en Uzbekistán tuvo que ser evacuada urgentemente el sábado, al descubrirse emanaciones de gas mostaza y de otro agente nervioso aún no determinado. Los expertos que investigan la zona, que deberá permanecer vacía por un periodo indeterminado, sospechan que el Ejército soviético dejó armas químicas enterradas en el subsuelo antes de abandonar Uzbekistán, independiente desde 1991, y que el calor provocó filtraciones.

Unos 5.000 soldados han utilizado la base de Karshi Khanabad desde que comenzó la guerra en Afganistán, ya que era uno de los principales centros de lanzamiento de operaciones hacia este país. Todos los militares que pasaron por las instalaciones serán sometidos a reconocimiento médico en los próximos días. Nadie, por el momento, ha mostrado síntomas de haber sido afectado. 'Si aparecen casos de personas dañadas por su exposición a los gases, no serán graves; las emanaciones son débiles', afirmó el coronel Doug Liening, cirujano jefe en la base afgana de Bagram, al norte de Kabul.

El coronel Roger King, máximo responsable de la base contaminada, explicó que las filtraciones de gas fueron descubiertas durante una inspección rutinaria. El viernes se detectaron agentes nerviosos en un búnker del perímetro de la base, y el sábado aparecieron los mismos gases en un hangar que durante meses cientos de oficiales utilizaron como cuartel general. El mismo sábado, un poco más tarde, aparecieron restos de gas mostaza en un hangar de la Fuerza Aérea. La orden de evacuación fue inmediata. Todos los soldados, algo menos de 1.000, fueron distribuidos por otras bases.

Agentes químicos

El mayor Chet Kemp, un especialista en guerra química, bacteriológica y nuclear destinado en la base de Bagram, se hizo cargo de la investigación sobre los orígenes de las emanaciones. 'Nada indica que las fuentes de contaminación fueran colocadas recientemente', dijo. Kemp indicó a la agencia AP que probablemente los soviéticos derramaron agentes químicos en el suelo cuando tenían bases en la zona, y el calor de principios de verano aumentó la volatilidad de los restos. No descartó, sin embargo, la posibilidad de que las tropas de la URSS hubieran abandonado contenedores completos de armas químicas enterrados bajo la base, y que estuvieran resquebrajándose.

'La preocupación principal es ahora identificar los posibles riesgos para las tropas de EE UU', afirmó el especialista. Los sensores colocados alrededor de la base parecen indicar, por ahora, que las emanaciones se limitan al interior del perímetro de las instalaciones militares. En otoño, cuando comenzó la guerra en Afganistán y el Ejército estadounidense decidió instalar una de sus principales bases en Uzbekistán, la zona fue inspeccionada con sensores de agentes químicos y no se halló nada. El sábado, cuando se detectaron las primeras emanaciones, los militares uzbekos informaron a los estadounidenses de que durante los años setenta y ochenta el Ejército soviético almacenó armamento químico en la base de Karshi Khanabad. Un portavoz del Pentágono anunció ayer que todas las bases estadounidenses en Afganistán y los países limítrofes serán investigadas a fondo para evitar nuevas sorpresas como la de Karshi Khanabad.

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