Los secretos de las lágrimas
Hasta hace muy poco la ciencia había ignorado esas dosis pequeñas de agua con sal que nuestros ojos envían al mundo en algunos momentos. Sin embargo, esos momentos suelen marcar los grandes cambios de nuestra existencia, individual o colectiva. ¿Por qué, entonces, el desprecio intelectual? ¿Por el pequeño tamaño de las lágrimas? ¿Porque descubren nuestra condición vulnerable? La proliferación y la dispersión del saber en nuestro mundo tienen también sus ventajas. Una de ellas es el surgimiento de la lacrimología (disciplina humanística) o dacriología (disciplina científico-médica). Las dos las maneja con soltura Tom Lutz, profesor en Iowa, especializado en las relaciones entre literatura y psicología. De hecho, esta Historia cultural de las lágrimas resumía su contenido más cabalmente en el título original: The Natural & Cultural History of Tears.
EL LLANTO. HISTORIA CULTURAL DE LAS LÁGRIMAS
Tom Lutz. Traducción de Eunice Cortés Gutiérrez Taurus. Madrid, 2001 435 páginas. 17,73 euros
El placer que produce el llanto está en la base de su poder renovador y catártico. Las lágrimas 'rebasan el mundo'. A mi juicio, sólo le falta a Lutz remitirlo a una categoría estética central: el sentimiento de lo sublime, que no es otra cosa que la percepción de lo que nos supera. Por eso las lágrimas acuden cuando constatamos lo imposible. También se adentra Lutz en la estética cuando analiza las lágrimas en la ficción, o en el erotismo de las lágrimas, que ha interesado siempre a escritores y artistas: Goethe, Man Ray, Bataille (¿y las lágrimas kitsch de Pierre et Gilles?).
Lutz combate algunos tópicos. Su recorrido por el llanto de los héroes es de lo mejor del libro. Las lágrimas de Ulises ante su nodriza lo identifican como hombre y como héroe. El comentario llega a las lágrimas de Rambo en el cine y a las del general Schwarzkopf (!) en la televisión, por no hablar de las de Johnny Depp en Cry Baby. 'La prohibición de las lágrimas masculinas sólo es relevante a mediados del siglo XX'. Conclusión: ahora llorar en público beneficia a los varones y perjudica a las mujeres. Ejemplo: los Clinton.
Junto al lado religioso de las lágrimas está su valor como prueba de veracidad o de mentira (inevitablemente los cocodrilos, las plañideras y las cebollas se estudian en este libro). La fisiología de las lágrimas se acoge a un título tan sugerente como Cuerpo que llora. En él, las ilustraciones artísticas ceden su lugar a los diagramas de las glándulas lacrimales, cuyas secreciones, antes que nada, nos permiten ver. Esas lágrimas que lubrican el ojo tienen una composición química distinta de las exclusivamente emocionales. En este punto el tema aparentemente menor del llanto se conecta con una línea mayor de la ciencia de hoy, lo que aquí se denomina el 'cerebro emocional'. La psicología, la sociología y la antropología de las lágrimas deparan algunas curiosidades, como la sección Matrimonio, masoquismo y melancolía o la singularidad de algunas terapias (el llanto en psiquiatría; las lágrimas como bebida homeopática...).
Las lágrimas son uno de los síntomas de la humanidad. Si la historia de las lágrimas -como dijo Barthes- la escribimos entre todos, Lutz ha contribuido a ella con un libro hermosamente singular.
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