Un sumario secreto por narcotráfico era el objetivo del robo de Benidorm
Entre los cien kilos de documentos que se llevaron los ladrones hay asuntos por homicidios
Los sumarios robados en el Juzgado de Instrucción número 3 de Benidorm entre la noche del martes y la mañana del miércoles contenían tramitaciones por muertes violentas, agresiones sexuales y tráfico de drogas. Había, incluso, expedientes de los que dependen personas que están privadas de libertad. Fuentes judiciales apuntan a un sumario por narcotráfico, cuyas actuaciones eran secretas, como el posible objetivo de los asaltantes. El juzgado ha pedido a Dirección General de Justicia dos funcionarios de refuerzo para colaborar en la reconstrucción de los 80 expedientes sustraídos.
Un sumario abierto por un asunto de tráfico de estupefacientes a gran escala, cuya investigación estaba declarada secreta, es apuntado por fuentes judiciales como el objetivo más probable de los asaltantes del Juzgado de Instrucción número 3 de Benidorm. Esta investigación habría comenzado hacía pocos meses. Con el fin de que las partes implicadas en esa indagación no pudieran entorpecer las pesquisas el juez mantenía toda la investigación en secreto. En el juzgado se tramitan otros expedientes por hechos graves y muy graves y algunos por actos contra la libertad sexual, como el que recoge los abusos que un padre habría cometido a un menor, agresión que podría haberse extendido a amigos de la víctima.
En la oficina judicial asaltada han declinado ofrecer información sobre el contenido de los volúmenes robados. Entre otros motivos, porque todavía no han confeccionado una relación exhaustiva de lo sustraído, según su versión. Los expedientes judiciales son compendios 'móviles' de información, según explicaron en esa oficina, desde donde deben comprobar exactamente qué dosieres son los que faltan y cuáles están en poder de Fiscalía o de alguno de los abogados o procuradores personados en los mismos.
El clima de inseguridad era palpable ayer en el Palacio de Justicia de Benidorm, donde no existe ningún sistema de vigilancia ni control de accesos. 'No pasan más cosas porque Dios no quiere', comentaron trabajadores de ese centro oficial. Los funcionarios celebraron a primera hora de la tarde una asamblea para incidir en el clima de desasosiego en el que desempeñan sus funciones. La falta de conserjes o vigilantes provoca que sean los propios jueces los que realicen a veces 'tareas de ordenanza pidiendo silencio al público que espera la celebración de los juicios', según apuntaron en el palacio judicial.
Huellas
La policía prosigue con las investigaciones para tratar de esclarecer el robo registrado entre la noche del martes y la mañana del miércoles en el Palacio de Justicia de la calle Finlandia. Hasta la tarde de ayer, las pesquisas no habían aportado frutos sobresalientes y las 80 causas que se echaron en falta continuaban desaparecidas, según fuentes de la Comisaría de la ciudad turística.
En la sede judicial eran evidentes los trabajos policiales. Los agentes habían cubierto con polvos de color oscuro el armario metálico saqueado y las puertas de acceso a las oficinas del juzgado número 3, que fueron reventadas por los intrusos. Los policías trataron de encontrar vestigios de los expoliadores. En el armario que fue vaciado por los ladrones aparecían algunas superficies porosas de color blanquecino, que resaltaban por encima del tratamiento químico aplicado por la policía científica. Se detectaron así trazos de huellas parecidas a las dejadas por guantes de superficie porosa.
Los agentes también se emplearon en descubrir huellas en el servicio de mujeres del mencionado juzgado. Desde este cuarto se supone que los delincuentes se descolgaron hasta la calle en su huida. En el mencionado servicio habían dejado señales de pisadas, exactamente en la tapa del inodoro. Desde aquí se supone que se encaramaron a la ventana sin reja que hay en la dependencia, desde donde, con ayuda de alguna cuerda, se dejarían caer hasta la planta baja, para ganar la calle con gran facilidad. La ventana está a unos cuatro metros de altura y el peso que se estima que llevaban los ladrones se podría aproximar a los cien kilos. Estas y otras circunstancias hacen pensar a los investigadores que la sustracción de las cerca de 80 causas penales fue cometida por más de una persona.
'El robo ha sido cometido de una manera profesional', según reconocieron ayer en el juzgado. 'Aparte de apoderarse de todas las causas apiladas en el armario, no han tocado nada más. No han prestado atención a los expedientes que recogen diligencias previas y faltas', que contienen asuntos de menor tracendencia penal.
Cobra verosimilitud la tesis de que los ladrones se escondieran en el Palacio de Justicia el martes hasta que las dependencias quedaran vacías. Habrían aprovechado entonces para actuar con libertad de movimiento. Entrar el juzgado, donde los asaltantes centraron su atención, fue muy fácil, ya que su puerta es endeble, de contrachapado, y estaba cerrada únicamente con un pestillo, que saltó con una pequeña presión. Desde el Juzgado precisaron que reconstruir los sumarios les puede llevar entre seis meses y un año.
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