La ONU denuncia el enorme poder del Ejército de Guatemala
Cinco años después de la firma de los Acuerdos de Paz, que el 29 de diciembre de 1996 pusieron fin a una guerra civil de 36 años, el Ejército de Guatemala mantiene un despliegue militar 'de carácter contrainsurgente', mientras su presupuesto del año 2001 'es similar al de 1996', afirma un informe de la Misión de la ONU para Guatemala, Minugua, divulgado el pasado fin de semana. De los 104 millones de dólares (113 millones de euros) asignados al Ejército en el Presupuesto General de Gastos de la Nación, la presión de los militares hizo ascender la cifra a 193 millones de dólares. Ello, a costa de sangrar las asignaciones a ministerios como Comunicaciones, Agricultura o Cultura. Nadie, además, tiene acceso a información sobre cómo y dónde se invierte el dinero de las Fuerzas Armadas, porque el Ejército se niega a informar alegando 'razones de seguridad'.
Para la Minugua, a partir de enero de 2000, cuando llegó al poder el partido del ex dictador Efraín Ríos Montt, 'existe un estancamiento total' en las política de reducción del aparato militar acordada con la firma de la paz. Por el contrario, persiste de manera acentuada la política de control de la población civil. 'La Misión sostiene que aquellas unidades que fueron creadas en el marco del enfrentamiento armado y no obedecen a despliegues convencionales deben ser desmanteladas', subraya el informe, al señalar un control desbordado sobre la población de áreas que en el pasado fueron escenario de los más fieros combates entre militares y guerrilla.
'La doctrina de Asuntos Civiles tiene, en su totalidad, características contrainsurgentes, que establecen todos los procedimientos utilizados durante la guerra y que siguen en vigencia'. Esto, de acuerdo al informe, incluye actividades de inteligencia que el Ejército practica a través de informes mensuales sobre actividades políticas, sociales y hasta religiosas de cada comunidad. En estas condiciones, el Ejército requiere 'un proceso de modernización, no sólo en términos de armamento o incorpora- ción de tecnología avanzada, sino en revisar cuál debe ser su misión constitucional', en palabras del jefe de la Minugua en Guatemala, el diplomático alemán Gerd Merren.
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