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AL VOLANTE
Columna
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Para ciudad y carretera

La línea casi monovolumen del C3 y la altura interior mejoran la visibilidad, y, junto al volante regulable en altura y profundidad, permiten ofrecer una posición de conducción cómoda. Pero lo que más sorprende en este coche es su comportamiento en carretera: a pesar de ser un utilitario, viaja con la seguridad y aplomo de los coches grandes.

Un turbodiésel muy económico

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Utilitario práctico e innovador

El motor 1.4 HDi turbodiésel se había estrenado ya en los Peugeot 206 y 307 y es uno de los mejores argumentos del C3. Tiene sólo 1.4 litros para reducir el consumo, pero rinde 70 CV y destaca por su tacto fino y silencioso: no se nota el turbo ni tampoco que es un diésel. Además, ofrece todas las ventajas de los turbodiésel, con una respuesta muy flexible que facilita la conducción en ciudad y prestaciones correctas para viajar. Empuja sin pereza desde casi 1.000 vueltas y se estira sin problemas hasta cerca de 4.500. Y con la ayuda de un cambio bien escalonado, aunque de tacto algo esponjoso, permite afrontar cualquier viaje.

Sólo conviene reducir a cuarta en las subidas largas, aunque no pierde mucha velocidad, y calcular los adelantamientos, sobre todo si se va cargado. Pero acelera bien y mantiene con soltura buenos ritmos de crucero. Y sobre todo tiene unos consumos bajísimos: menos de cinco litros a velocidades legales, alrededor de seis en ciudad y algo más de siete en conducción rápida.

Sólido y estable

A las cualidades ruteras del C3 hay que añadir su buen comportamiento dinámico. Con un chasis rígido y unas suspensiones algo enérgicas, transmite la sensación de solidez de coches más grandes, sobre todo en trazados rápidos de autovías y autopistas. Y gracias a su aislamiento interior y aplomo ofrece un confort suficiente para no cansar en los viajes largos. Sin embargo, en zonas viradas la altura de la carrocería se deja notar un poco en los balanceos laterales, aunque apenas pierde agilidad y obedece bien al volante. Pero sólo se echa de menos una mayor suavidad en pisos bacheados, porque acusa los reglajes enérgicos de la suspensión.

El resultado final, muy correcto, sitúa al C3 entre los mejores utilitarios y se completa con unos buenos frenos. Pero el ABS es opcional, una laguna para un coche nuevo cuando otros rivales más veteranos lo ofrecen de serie en toda la gama. Al menos a partir de julio podrá incluir el control de estabilidad ESP, también como opción.

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