Juan Soriano convierte en esculturas sus mundos imaginarios
La sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid abre sus patios al arte público
El artista mexicano Juan Soriano (Guadalajara, Jalisco, 1920) ha plantado sus mitos en uno de los patios de la Real Casa de Correos, en la Puerta del Sol, sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid. El presidente de México, Vicente Fox, y el presidente madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguraron ayer la exposición Libre en el espacio, con 26 esculturas de Juan Soriano, salidas de sus mundos imaginarios y convertidas en bronce.
La II Cumbre Unión Europea,América Latina y Caribe ha provocado la presencia en Madrid de un conjunto de esculturas del artista mexicano Juan Soriano, que en los últimos años presentó una antológica de pintura, dibujo, escenografía y escultura en el Museo Nacional Reina Sofía y una exposición de dibujos en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con el volumen Amigo Enigma. Los dibujos de Juan Soriano (editorial Ave del Paraíso).
El encuentro entre Fox y Ruiz-Gallardón estuvo acompañado por el fútbol y las esculturas de Juan Soriano, llegadas de México para abrir un nuevo espacio público, en uno de los patios de la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid, donde permanecerán hasta finales de julio. La propuesta inicial del artista fue presentar en las calles de Madrid sus piezas monumentales, pero se opuso el Ayuntamiento de la ciudad. El montaje, realizado por Marek Keller y organizado por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y la Comunidad de Madrid, distribuye la selección de piezas desde los años cincuenta, y en fotografías aparecen las esculturas monumentales, varias de ellas en edificios de arquitectos (Legorreta, González de León, Sordo), junto con textos de Octavio Paz, Julieta Campos y Álvaro Mutis.
Los mitos
'Yo dejo que se impongan las piezas, muchas empiezan por un dibujo muy rápido que se me ocurre y otras salen para ser grandes', declaró Juan Soriano mientras se posan entre piedras blancas sus manos, toros, ofrendas, toreros, palomas, gallos, lunas y dafnes. 'Estas esculturas no se identifican con nadie, son como jeroglíficos, como una escritura, porque tienen mucha relación con los mitos mexicanos, griegos y romanos, y también con la poesía de Emilio Prados y todo lo que me enseñaron los refugiados españoles, como María Zambrano, Gaos y Cernuda. No fui más que a la escuela primaria, porque me repugnaban los libros de texto, y ellos fueron muy generosos'.
El artista parte de la idea de desligar la pintura de la galería y prefiere que la escultura salga a la calle y que todo el mundo la vea y forme parte de la ciudad. 'Es ridículo que la gente crea que el arte es cosa de élites y de gente refinada. Todas las personas son capaces de inventar un lenguaje, de expresarse con la fantasía y la imaginación que genera el amor, la amistad, la comprensión del otro. Sin el arte no existirían los grandes libros y las ciudades españolas. Es maravilloso el don de poder inventar mundos imaginarios'.
Los temas vienen de su infancia, de los tacos que formaba con harina de maíz y que tenían la forma de sus cuatro hermanas. 'Hacía un retrato de una de ellas, me lo comía y me producía un placer enorme. Después hacía cosas con cajas de cartón y con hojalata'.
Además de los mitos, las esculturas de Soriano se relacionan con los animales, según el artista. 'Me interesa la observación de los animales, tienen una conformidad muy grande con su vida, con sus cuernos, patas, o vivir en el mar o en un árbol, de una inocencia increíble, mientras que el hombre siempre está luchando por tener otra cosa. Las esculturas salen de estas imaginaciones de hacer objetos que fueran como un animal o como una planta. Me dejo llevar absolutamente y a veces me va bastante mal, pero no me importa porque se aprende mucho'.
Babelia
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