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La OTAN y Rusia crean un Consejo de Cooperación para enterrar la guerra fría

Las operaciones de mantenimiento de la paz y de salvamento civil, nuevos objetivos comunes

Veinticuatro horas después del histórico acuerdo entre Moscú y Washington para una drástica reducción de cabezas nucleares, la OTAN y Rusia dieron en Reikiavik otro decisivo paso para enterrar aún más profundamente los escasos vestigios de la guerra fría. Los ministros de Exteriores de los 19 países que forman la Alianza y su colega ruso cerraron el acuerdo para crear el Consejo OTAN-Rusia, un foro en el que los 20 ('19+1' lo denominan) hablarán al mismo nivel, aunque Moscú no tendrá derecho de veto.

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En su agenda quincenal habrá temas claves como el terrorismo, la defensa frente a misiles de corto alcance, la no proliferación de armas de destrucción masiva, operaciones de mantenimiento de la paz, planes civiles de urgencia y operaciones de salvamento.

En la capital de Islandia se cerró ayer un círculo que empezaron a trazar en 1996 en esta ciudad Ronald Reagan y el Mijaíl Gorbachov. En un edificio junto a la bahía de Reikiavik, ambos líderes suscribieron hace 16 años el acuerdo para frenar la carrera de armamentos y marcaron el principio del fin del enfrentamiento entre bloques. Ayer, la OTAN se felicitó del acuerdo, del que informó el secretario de Estado, Colin Powell, y apoyó los esfuerzos para lograr antes de fin de año 'un código de conducta internacional' contra la proliferación de misiles balísticos.

Una buena forma de saludar el nuevo pacto fue la creación del Consejo OTAN-Rusia, que sustituye al Consejo Permanente OTAN-Rusia, vigente desde 1997, no como '19+1', sino como '19 contra uno' porque los aliados pactaban antes de cada reunión su posición común. Ahora, Moscú intervendrá como los demás en ese foro y, a la vez, observará desde dentro una ampliación de la Alianza al Este que tantos recelos le ha originado. 'Será ejecutivo, y no sólo consultivo', señaló el ministro ruso de Exteriores, Ígor Ivanov, al explicar que Rusia participará en la toma de decisiones de los temas que se planteen dentro de las áreas mencionadas, mientras cada uno por su lado deberá 'respetar el derecho internacional', en clara referencia rusa a un hipotético ataque estadounidense a Irak.

Superar la crisis

El paso dado es el primero dentro del ambicioso plan de la OTAN para superar la profunda crisis en la que se ha visto sumida tras el 11-S y su nula intervención en Afganistán. Pero la Alianza sigue siendo la alianza militar mundial 'esencial para la seguridad euro-atlántica' y capaz de enfrentarse a las 'nuevas amenazas', especialmente la del terrorismo, como los 19 destacaron en su declaración conjunta de ayer. 'Nuevas amenazas' fueron los términos más escuchados en la reunión de los ministros de Exteriores, con especial referencia a las armas de destrucción masiva y al terrorismo. Y en ese terreno en el que Rusia y la Alianza tienen objetivos comunes.

Para enfrentarse a las nuevas amenazas, Powell cree que 'se necesitan fuerzas móviles que puedan ser enviadas con rapidez a cualquier punto', como lo ha hecho EE UU en Afganistán. Para el ministro español de Exteriores, Josep Piqué, las actuales amenazas son 'asimétricas', ya no proceden, como antes, de países concretos, sino de entes menos claros, a los que hay que hacer frente 'con un mayor esfuerzo' económico de los europeos, como se puso de relieve, una vez más, en la reunión de ayer UE-OTAN, dado que Europa no cumple su compromiso de 1999 para ganar más protagonismo en la defensa de sus zonas de interés.

El secretario general de la UE, Javier Solana, se reunió ayer con discreción en Reikiavik con los ministros de Exteriores de Turquía y Grecia, Ismail Cem y George Papandreu. El contencioso entre ambos países impide que la política de defensa de la UE esté plenamente operativa. En la reunión se lograron mínimas aproximaciones.

El buen tono de las relaciones entre Rusia y la OTAN se alteró sólo horas antes de pactar la creación del nuevo foro, cuando en la reunión del Consejo Atlántico los 19 ministros de Exteriores de la Alianza acordaron incluir en su declaración final una referencia a Chechenia. 'Invitamos a Rusia a encontrar una solución política y pacífica al conflicto de Chechenia y a respetar y proteger los derechos humanos', señaló la OTAN, tras apoyar 'el derecho de Rusia a proteger su integridad territorial y a garantizar la seguridad de todos sus ciudadanos contra el terrorismo y la criminalidad'.

Pese a todo, el clima entre los reunidos fue absolutamente distendido, sólo roto de forma alarmante cuando el ministro belga, Louis Michel, se desplomó al acceder a la plataforma para la 'foto de familia'. Powell y Solana le atendieron de inmediato. Michel se incorporó, con la vista perdida, pero de nuevo cayó al suelo. Fue trasladado después a un hospital de Reikiavik, donde comprobaron que se trataba de una ligera indisposición.

El ministro ruso de Exteriores, Ígor Ivanov (izquierda), saluda, ayer en Reikiavik, al secretario de Estado de EE UU, Colin Powell.
El ministro ruso de Exteriores, Ígor Ivanov (izquierda), saluda, ayer en Reikiavik, al secretario de Estado de EE UU, Colin Powell.ASSOCIATED PRESS

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