Dos etarras roban en Usurbil dos troqueladoras y 250 placas de matrículas

Dos encapuchados, armados con pistolas y que se identificaron como miembros de ETA, robaron en la noche del pasado lunes dos máquinas troqueladoras y 250 placas de matrículas en la empresa Disprauto, situada en Usurbil (Guipúzcoa). El robo se produjo a las nueve de la noche, cuando el dueño de la firma, dedicada al suministro de recambios de automóvil, se encontraba solo en la nave. Es la tercera vez que ETA roba en Guipúzcoa en los últimos tres años este tipo de máquinas para fabricar matrículas falsas.

Los asaltantes, que ocultaban su rostro tras unas capuchas, penetraron en la nave armados con pistolas y gritando que eran miembros de ETA. Tras maniatar y amordazar al propietario de la compañía, se apoderaron de dos troqueladoras, una vieja y otra nueva, además de 250 placas de matrícula en blanco. Los terroristas introdujeron el material en un coche, un Seat Marbella propiedad de la misma empresa, y se dieron en él a la fuga.

La noticia del asalto se conoció a las doce de la noche, cuando el hijo del propietrario de Disprauto, preocupado por la tardanza de su padre, se desplazó hasta la nave para comprobar si había ocurrido algo. El empresario tuvo que ser asistido por una ambulancia debido al estado de nervios en que se encontraba.

La Ertzaintza puso en marcha un dispositivo que permitió la localización del coche robado a las nueve de la mañana de ayer, en el barrio de Zubieta, junto a la localidad de Usurbil, pero en la otra orilla del río Oria.

Tercer asalto

Otros dos robos de troqueladoras han precedido al de ayer en Guipúzcoa en los tres últimos años, con la misma forma de proceder de los asaltantes. Uno se produjo en Mondragón y el segundo, en Eibar.

El robo de estas dos últimas máquinas se produce después de que en las últimas operaciones de la policía francesa contra ETA hayan sido incautadas tres troqueladoras. Dos fueron localizadas en diciembre en Auch, a raíz de la detención de José Ramón Lete y Juan Ramón Karasatorre. La tercera se intervino el pasado abril en la casa de Serres Castet que utilizaba el aparato logístico de ETA.

Expertos de la lucha antiterrorista consideraban ayer que el robo de una máquina troqueladora entraba dentro de lo previsible, según informa la agencia Vasco Press. En los últimos tiempos habían constatado que los vehículos utilizados por los etarras tenían las matrículas falsificadas con números pegados en lugar de estar troquelados.