Aznar acusa al socialismo europeo de provocar el auge de la extrema derecha
José María Aznar, presidente del Gobierno español y de turno de la UE, que ayer ejerció en Madrid como anfitrión del primer comité ejecutivo de la Internacional Demócrata de Centro que preside desde noviembre, culpó de forma general a la 'izquierda clásica de Europa' y en concreto al PSOE de provocar el auge de los extremismos por sus discursos 'fáciles, tópicos y políticamente correctos' sobre inquietudes tan básicas como la inmigración ilegal o la inseguridad ciudadana.
Aznar compareció junto al primer ministro portugués, José Manuel Durao Barroso, y otros dirigentes de la IDC. Sin que nadie le preguntara, el presidente español construyó una diatriba contra la izquierda en general, la europea en concreto y el PSOE español en particular. Aznar opinó que los ciudadanos reclaman, más si cabe desde los atentados terroristas del 11 de septiembre contra EE UU, 'certidumbres, seguridad, liderazgos fuertes y partidos democráticos'. El presidente descubrió enseguida la intención real de su discurso: 'Eso no se hace huyendo de la realidad, como los partidos de la izquierda clásica, si no siendo conscientes de los problemas, buscando respuestas y no dejándose llevar'.
Aznar denunció una 'alarmante huida de la realidad de los partidos de la izquierda socialista' por abordar los 'nuevos problemas' que padecen los ciudadanos con 'políticas erráticas'. Aznar opinó que los electores deben agruparse mejor 'en partidos centristas y evitar los extremismos de izquierdas y de derechas'.
El presidente de la IDC reveló que esta internacional ha encargado un estudio y ha formado un grupo de trabajo para encarar precisamente 'el desafío de la inmigración'. Aznar ratificó sus denuncias en el turno de preguntas y volvió a culpar al socialismo del auge de la extrema derecha en algunos países europeos (Austria, Francia, Alemania, Gran Bretaña y Holanda) por su 'incapacidad para asumir la realidad' y por su 'fracaso' al no entender que 'los nuevos problemas buscan soluciones radicales'.
El presidente argumentó que no era casual sino determinante que la 'extrema derecha' haya subido tanto en las últimas elecciones en Francia, en 'ciudades, barrios, bastiones y distritos de izquierdas' y no haya triunfado 'en zonas moderadas y de alto nivel de renta'. El dirigente español consideró que los socialistas a lo mejor creen más 'fácil quedarse sujeto a las vinculaciones tópicas o a la tiranía de corto plazo de lo políticamente correcto'. Especificó que hacía extensible todas esas invectivas al PSOE porque es ese partido el que cuestiona a los responsables del Gobierno por vincular inmigración con inseguridad y delincuencia. Aznar explicó que el PP no quiere establecer esa relación pero sí lamentó que el PSOE promulgase la anterior Ley de Extranjería, que defendiese que la inmigración legal e ilegal debía ser lo mismo y que estuviese promoviendo ahora una dura campaña de denuncia del 'problema' de los grados alarmantes de inseguridad.
Aznar insistió en que en el primer trimestre de 2002 el 89% de los presos preventivos han sido extranjeros no comunitarios, mientras el número de inmigrantes en España ha crecido del 1,4% al 4%. El presidente no quiso aclarar ni cuándo ni cómo pretende reformar en el futuro la nueva Ley de Extranjería.
La IDC instó a la Unión Europea a que incluya en su lista de organizaciones terroristas a las colombianas FARC.
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